A través de los años prevalece la buena costumbre de sorprender a las personas que más queremos con regalos, la noche de navidad, y es que es una época en la que dar es más especial que recibir; sin embargo también están los intercambios.
Hay personas que no pueden dejar pasar las fiestas decembrinas sin "entrarle" al intercambio, ya sea con la familia, compañeros de trabajo o la escuela, pues además de la sorpresa y la intriga que representa esta actividad, es un momento aprovechado para la convivencia.
Intercambios los hay de todo tipo: de calcetas, tazas, termos, bolos, chocolates, pijamas, de gorros, libros; los que no se eligen por categorías y por supuesto, los de broma.
¿Cuál es el origen del intercambio?
Se atribuye el origen del intercambio a una fiesta romana conocida como "Saturnalia", celebración que se realizaba antes de Navidad para celebrar a Saturno, dios del grano.
En esta celebración se realizaba un banquete y un intercambio de obsequisos, es por eso que atribuyen la idea del intercambio a esta creencia.
Los Reyes Magos y los regalos para el Niño Jesús
Los creyentes católicos afirman que los regalos que se reparten en estas fechas son producto de la historia de los obsequios traídos por los Reyes Magos al niño Jesús el día de su nacimiento: 25 de diciembre.
Aunque en teoría no sería un intercambio, para ser justos, Jesús trajo la salvación.
¿Quién trae los regalos? El Niño Dios o Santa Claus
Otra versión asegura que la magia del intercambio y la bondad del regalo viene de Larry Dean Stewart, mejor conocido entre los más pequeños como Santa Claus o Papá Noel.
Esta teoría afirma que este hombre en temporada navideña perdió su trabajo y tenía problemas económicos, mas al hacer una buena inversión, tuvo ganancias millonarias y aun así no perdió su humildad y ayudaba a las personas.
Publicado originalmente en El Occidental