El Halloween es de origen americano, que en años recientes se ha vuelto sumamente popular alrededor del mundo, pues el concepto de disfraces, dulces y travesuras es sumamente atractivo como festividad para fomentar la convivencia, indica el gobierno del México. Pero a pesar de ser una celebración extranjera, a continuación te diremos cómo tabasqueñizarlo.
La calabaza igual se consume en Tabasco
Uno de los elementos más significativos de esta celebración, cuya fecha es el 31 de octubre, es la calabaza. Una de sus características principales es su uso en estas fechas, indica la página del gobierno federal consultada. Y es precisamente, esta hortaliza que se encuentra en el país y en el estado, utilizada con fines culinarios, que puede ser una pieza que tabasqueñice la noche de brujas.
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Es importante conocer la diferencia entre calabaza y calabacita, pues aunque ambas sean cucurbitáceas de la misma familia, su forma, textura, sabor y apariencia son muy diferentes.
Por su parte, Lizette Zaldívar, líder de Patrimonio Artístico del Tecnológico de Monterrey, precisa: “Halloween es una celebración sincrética, entre una tradición pagana celta llamada Samaín y el tiempo litúrgico cristiano dedicado a recordar a los muertos. Samaín se llevaba a cabo del 31 de octubre al 1 de noviembre para celebrar la temporada de cosechas, era el fin del verano y el año nuevo celta".
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La ofrenda puede ser una elemento más del Halloween
Es en esta definición, que se puede encontrar otro punto de enlace entre la celebración en cuestión y el Día de Muertos, de esta manera podemos incluir otro elemento con que tabasqueñizar al Halloween. Ya que al entrelazarse con el 1 de noviembre, periodo en el que se comienza a recordar a los muertos, y una parte esencial es la ofrenda.
Al respecto, el sitio De Tabasco Soy, al referirse al aspecto espiritual que guardan los indígenas respecto a la ofrende, indica: “El ritual de la ofrenda se inicia nueve días antes, con la preparación del guarapo, bebida elaborada a base de maíz tostado y quebrado, panela molida y agua, que se deja fermentar durante los mencionados nueve días. La preparación del guarapo constituye la primera parte llamémosle así, de la ofrenda. Después se sigue con los dulces, que tienen que ser de seis clases: de cacao, de camote, plátano asado, de pinol y de yuca. Cada uno de estos dulces se reparten en dos pequeños apastes a los que denominan apastillos, para obtener así doce porciones.
“La primera ofrenda que se conoce como la víspera, que es un día antes de la ofrenda propiamente dicha, empieza siempre con pozol y dulce. La ofrenda del día señalado, en este caso el 2 de noviembre, se compone de los doce apastillos de dulce, doce jícaras de pozol y doce de guarapo, sin faltar los tradicionales tamales que en Tabasco son de una gran variedad. El ofrecimiento de todo esto debe hacerlo un patrón, quien adorna el altar donde se coloca la ofrenda y tienen a su cargo los rezos.
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“Por lo que hemos podido advertir una ofrenda para nuestro pueblo, tan celoso de sus tradiciones no es nada más un vistoso altar y tal o cual comida, sino que, como antes expresamos, tiene un hondo sentido ritual religioso”.
Con los dulces también se puede endulzar el Halloween
Los párrafos anteriores muestran otro elemento que puede entrelazarse con la noche de brujas, los dulces, los cuales son pedidos por los niños disfrazados con vestimentas alusivas al 31 de octubre, en las casas. Es en esta parte, donde las golosinas que se preparan en el territorio tabasqueño pueden sustituir a los que tradicionalmente se piden, dándole así un carácter diferente al Halloween.
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Cabe señalar que en México la celebración del Día de Muertos varía de estado en estado, de municipio en municipio y de pueblo en pueblo, sin embargo en todo el país tiene un mismo principio, reunir a las familias para dar la bienvenida a sus seres queridos que vuelven del más allá, señala el gobierno de México.
