Estas fechas suelen representar magia en distintas casas de México, la llegada de los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltazar altera niños y adultos, pero también surgen preguntas sobre ¿A qué edad dejan de llegar?, ¿Está bien mentir?, ¿Cómo se los puedo decir?
Antes que nada, si eres un niño esto no es para ti, solo duerme y espera a que tus regalos lleguen, no tiene caso que sigas leyendo, todos sabemos que Melchor Gaspar y Baltazar vienen de muy lejos para traerte lo que pediste.
Te recomendamos: Día de Reyes: ¿De dónde viene la costumbre de dejarles tu zapato?
Ahora sí, libres de infancias que traumar seguimos con el tema; el trabajo de rey mago no es tarea fácil, ser silenciosos, cuidar los detalles y crear año con año recuerdos inolvidables es un gran trabajo, sin embargo, no dura por siempre.
Algunos especialistas recomiendan que la edad adecuada para decirle a los niños la verdad sobre los reyes magos es a partir de los 8 años, edad donde empiezan con dudas sobre todo lo que sucede a su alrededor y es probable que ya lo hayan escuchado con algunos de sus compañeros o inclusive ellos mismos se hayan dado cuenta.
Mantén la calma, es muy probable que alguno de los escenarios anteriores haya sucedido y solo esperan una respuesta por parte de sus padres, así que lo mejor será mantener un ambiente de calma y hablar sobre como sucede la magia.
Es importante ser claros y sin divagar, explicar la verdad y por qué lo hacían "es la tradición y nosotros te comprábamos todo porque te amamos mucho y queríamos verte feliz", que el niño entienda el amor y esfuerzo que hubo detrás.
Al finalizar la plática pueden establecer lo que sucederá en los próximos años, existen veces que luego de revelar la verdadera identidad la tradición finaliza, aunque también otros optan por continuar algunos años más, pero esa ya es una decisión personal.
Lo importante de estas fechas es crear recuerdos para toda la familia que puedan transmitirse a través de los años; la magia no es solo aparecer regalos, es crear unión y armonía en el núcleo familiar.
Publicado originalmente en El Sol de Puebla