En el marco del Día del Amor y la Amistad muchas personas se encuentran en situaciones emocionales difíciles cómo por ejemplo una ruptura amorosa, la cual, además de ya ser difícil es un problema mayor cuando se da en un mes tan romántico cómo es febrero. Es por eso que para poder superar una ruptura amorosa de la forma más sana posible, es de vital importancia obtener todos los recursos necesarios, entre ellos ayuda psicológica.
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¿Qué implica una ruptura amorosa y qué no debes hacer?
Este evento desencadena un duelo emocional con cinco etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Sin embargo, es común que quienes lo experimentan se sumerjan en pensamientos y comportamientos que obstaculizan el proceso de curación.
Existe una serie de respuestas ineficaces ante una ruptura amorosa, como la evitación del dolor, el abuso de sustancias, el aislamiento social y la búsqueda de culpables, entre otras. Estas estrategias improvisadas pueden generar problemas a largo plazo y no contribuyen a la sanación emocional.
¿Cómo afrontar una ruptura amorosa?
- Reconocer y aceptar el dolor como parte del proceso de curación, no intentar salir de ello sin antes haberlo experimentado para no crear una herida más intensa. Permitirse sentir emociones como el llanto y la tristeza.
- Recibir consuelo, consejos y comprensión de otros, ya sea amigos o la familia, sin embargo, es necesario limitar la comunicación y el contacto en redes sociales con la expareja.
- Reflexionar sobre el propio papel en la relación y asumir responsabilidad sin autodevaluarse.
- Enfocarse en actividades positivas y nuevas relaciones sociales.
- Utilizar la energía del enojo en actividades positivas y reflexionar sobre su origen.
Enfrentar una ruptura amorosa implica un proceso de autodescubrimiento y crecimiento personal que, con las estrategias adecuadas, puede conducir a la sanación emocional y a la apertura de nuevas oportunidades en la vida amorosa y personal.
