Un rayo salió de una nube al espacio, no siguió la trayectoria de la mayoría de las descargas que van en sentido contrario y terminan cayendo al suelo o contra un árbol. El fenómeno sucedió en 2018 en Oklahoma, Estados Unidos.
Pese al tiempo que ha pasado, lo científicos aún intentan explicar el comportamiento del destello de energía. Del evento poco se sabe porque sucede en las nubes de tormenta, fuera de la vista de las personas (en la mayoría de los casos).
Pero en el año antes mencionado, los hombres de ciencia lograron captar el enorme destello en las nubes. Así que el rayo logró ser observado en el momento en que sobrevolaba una tormenta eléctrica.
¿Hay una explicación para el rayo que salió al espacio?
La mayoría de las veces la forma que vemos son grietas que parecen resquebrajar el cielo, esa noción no aplica en la situación aquí descrita, porque la trayectoria fue de la nube al espacio. Si bien, es un fenómeno explicable, su rareza lo hace un misterio para aquellos que estudian el Universo.
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Para el rayo de Oklahoma, los expertos cartografiaron su trayectoria, esto es la primera vez que se hace. El líder del proyecto fue Levi Boggs, científico del Instituto de Investigación de Georgia Tech.
El estudio consistió en crear un mapa tridimensional del rayo; los resultados dieron nuevos detalles sobre el comportamiento del fenómeno.
“Pudimos cartografiar este gigantesco chorro en tres dimensiones con datos de muy alta calidad”, mencionó el académico.
¿Qué instrumentos se utilizaron para estudiar el rayo?
Agregó: “Pudimos ver fuentes de muy alta frecuencia, por encima de las nubes, que no se había visto antes”.
Bogss señaló que utilizando datos satelitales y de radar se pudo saber donde estaba la parte más caliente de la descarga.
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Los investigadores lograron captar el momento que el rayo emergió de las nubes, en ese instante detectaron múltiples fuentes de radio de alta frecuencia, además de emisiones ópticas de la parte superior de la nube a 15 o 20 kilómetros.
Las fuentes de energía, pequeñas estructuras en la parte superior del rayo llamadas serpentinas, tiras de plasma que alcanzan los 200 grados celsius, se pueden producir desde el momento que la descarga inició su trayecto hasta la ionosfera, de acuerdo al análisis.
Pese a que se tienen más datos para la comprensión de estos eventos, aún hay cosas que se desconocen, reconoce el encargado de la investigación.