A partir de este día se prevé que la pluma masiva de polvo africano proveniente del desierto del Sahara entre a México, y su presencia se mantendrá hasta el próximo viernes o sábado.
Pese a que se trata de un fenómeno no inusual y que se presenta varias veces en el año, la nube de polvo del desierto africano en esta ocasión ha ocasionado gran expectación debido a que según los meteorólogos, es una de las más densas que llega en el último medio siglo.
El Sahara es el desierto cálido más grande del mundo ubicado al norte de África. La masa de aire seco y cargado de partículas de arena se forma sobre el desierto hacia finales de la primavera, el verano y principios del otoño.
Estas nubes de polvo, al igual que todo fenómeno natural, contribuyen en varias formas a los ciclos naturales del planeta.
El polvo mineral suspendido absorbe la luz solar, lo que ayuda a regular las temperaturas del planeta. Sus minerales también reponen los nutrientes en los suelos de las zonas tropicales afectados por las lluvias de la región.
Muchos de sus elementos son aprovechados por las plantas, como el fósforo y el nitrógeno, y esos nutrientes están contenidos en el polvo que sirve como fertilizante para la selva.
Cuando el polvo se deposita sobre el océano, la zona donde están los microorganismos como el fitoplankton o bacterias animales, pueden hacer uso de él y liberar todos estos nutrientes que son útiles para la vida en el mar.
De esta forma, tenemos que la nube de polvo proveniente del desierto del Sahara es un evento usual que lejos de ser perjudicial, ayuda a los ecosistemas.