Algunas personas afirman que el amor de los padres a los hijos es incondicional. No obstante, diversas historias sobre padres que torturaron y asesinaron a sus hijos e hijas cuestiona dicha presunción.
¿Qué provoca que una persona esté dispuesta a atentar contra su propia familia? Conoce los crímenes del Monstruo de Denver y el Monstruo de Austria.
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¿Qué dicen las estadísticas?
En marzo del 2014, la revista “Forensic Science International” publicó el artículo “Tratando de comprender el filicidio: un análisis multidisciplinario”.
El estudio analizaba los datos de homicidios cometidos por padres y madres de familia contra sus propios vástagos de 1976 a 2007, en Estados Unidos de Norteamérica.
Acorde a la Real Academia Española, la palabra “filicidio” proviene de los términos en latín “filius” y “cidio”, cuyo significado, respectivamente, corresponde a “hijo (a)” y “asesinato”.
La conclusión de los autores del estudio, catedráticos de la Universidad de Brown y de la Universidad de la ciudad de Hong-Kong, fueron las siguientes:
- En promedio se registran 500 filicidios al año en EU
- El 72 % de los niños y niñas asesinados tenían menos de seis años de edad
- El 15 % de los crímenes se cometieron en contra de bebés menores de un año
- En el 13 % de los casos, los hijos e hijas contaban entre 18 a 40 años de edad
- El 41.7 % de las veces, la homicida fue mujer y en el 58. 3 % el asesino fue un hombre
1) El monstruo de Denver
El caso Watts: el padre homicida (2020) es un documental dirigido por Jenny Popplewell, donde se cuenta la historia de la familia Watts, conformada por Chris Watts, Shanann, Bella, Cathryn y el neonato Niko.
De acuerdo a una corte estadounidense de Denver, Colorado, el domingo 12 de agosto de 2018, Chris Watts asesinó a su esposa embarazada y a sus dos hijas. Primero estranguló a Shanann Rzucek de 34 años, después asfixió a Celeste de tres años y posteriormente hizo lo mismo con Bella de cuatro años de edad.
En la segunda confesión a la policía, Chris Watts comentó que su hija de cuatro años de edad, Bella Watts, luchó por su vida y le rogó, por favor, “Papi, no”.
A pesar de ser un homicida sentenciado, Watts no ha revelado el motivo del crimen. Existen teorías sobre problemas financieros, crisis de pareja y despido laboral. Los medios estadounidenses tuvieron a bien llamarlo “el monstruo de Denver”.
2) El monstruo de Austria
La nota del periódico español 20 minutos titulada “El austriaco que secuestró y violó a su hija durante 24 años lo reconoce todo”, escrita por Matías Bustamante” cuenta cómo Josef Fritzl admitió ante las autoridades vienesas el secuestro e incesto cometido contra su hija Elisabeth.
Ella fue drogada y recluida en un zulo cuando tenía 18 años, lugar donde permaneció encerrada durante 24 años consecutivos. Tiempo en el cual fue sistemáticamente torturada por su padre. Producto del abuso sexual, Elisabeth dio a luz a siete hijos, quienes al mismo tiempo eran sus medios hermanos.
El actual convicto alegó en su declaración que “es una buena persona, pero no pudo controlar sus pasiones”. Los habitantes de su país utilizan un sobrenombre para referirse a él: “el monstruo de Austria”.
¿Por qué dañan a sus hijos?
CNN en su artículo “Padres que matan a sus hijos: es mucho más frecuente de lo que crees”, redactado por Doug Criss, recopila la opinión de los psiquiatras Timothy Mariano y Phillip J. Resnick, sobre las causas que pueden propiciar el filicidio.
- Padecer enfermedades mentales
- Altos niveles de testosterona
- Hijos no deseados
- Psicosis aguda
- Abuso físico
- Venganza conyugal
¿El amor paterno y materno es incondicional? Si es así, ¿cómo se explican las historias de padres y madres de familia que torturaron y asesinaron a sus hijos e hijas?
Publicado originalmente en El Sol de Tampico