El 13 de septiembre de 1917 fue la penúltima manifestación a tres pequeños de nombres: Lucía dos Santos, Jacinta y Francisco Marco, de 10, 6 y 9 años, respectivamente, de las apariciones en Fátima, con ellos había alrededor de 30 mil personas. Los que asistieron a ver a la virgen María vieron que el sol se empezó a oscurecer y un globo luz, fenómeno del que el astrónomo Jacques Vallee hace un análisis de los relatos en su libro: ‘El colegio invisible’, encontrando similitudes con las experiencias ovnis.
Los pequeños, pastores, contaron que el 13 de mayo del año citado estaban cuidando unas ovejas cuando una luz, como un rayo, cayó. Se dirigieron en dirección donde se había precipitado la luminosidad, llegando a un lugar llamado Cova da Iria (Cueva de Santa Irene), al momento de estar en ese sitio un brillo intenso los cubrió, pese a estar casi cegados por la intensidad de la energía, alcanzaron a ver a una mujer de estatura regular.
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A partir de esa fecha, cada día 13, hasta octubre se dieron los avistamientos. De acuerdo a los menores las visitas se realizaron a petición de aquel ser. Conforme fueron dándose las entrevistas, el número de personas creció de tres (los niños) a 70 mil, según testimonios de la época, expuestos en el documento del científico.
¿Qué ocurrió el 13 de septiembre en Fátima?
En septiembre de 1917, los tres infantes acudieron al lugar como había ocurrido en los tres meses previos, con ellos cerca de 30 mil personas, entre la multitud se encontraban tres hombres con atuendos negros, eran representantes de la Iglesia católica. La misión de los religiosos, desmentir las apariciones.
Los sacerdotes se colocaron en un lugar alto, de donde pudieron observar los sucesos, realizando un reporte de lo que vieron. Lo que a continuación se expone es lo escrito en el libro de Vallee:
“Es medio día, el Sol se empezó a oscurecer, aunque no había nubes visibles en el cielo. ¡Mirad!”, la expresión de asombro fue por un globo de oro que avanzaba por el valle, de oriente a occidente, en dirección de los niños. El objeto se posó en un árbol, al mismo tiempo, se formó una nube blanca en el cielo y comenzaron a caer pétalos.
El documento indica que los menores eran los únicos que aseguraban ver al ser dentro de la luz, lo que observó la multitud fue el objeto redondo, el cual se elevó en dirección al astro rey y desapareció.
¿Qué sucedió antes de las apariciones de Fátima?
Las apariciones comenzaron en mayo de 1917 y concluyeron en octubre, sin embargo, dos años antes, Lucía se encontraba rezando el rosario cuando vio una nube y en ella a una persona, la experiencia se repitió tres veces.
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En 1917, la pequeña fue visitada tres veces por un ser que se identificó como el Ángel de la Paz. Al momento de hablar con la entidad, la menor se encontraba jugando con tres primos. En uno de los avistamientos los niños se quedaron en trance por varias horas. Sobre el mensaje que recibieron, no lo dijeron, sólo que les pidió que rezaran.
“La experiencia ha sido tan íntima y tan manifiestamente sagrada que ninguno de ellos quisiera revelarla. Ni siquiera una pequeña parte de la misma”.
¿Fátima un fenómeno ovni?
El libro de Jacques Vallee señala que en los tiempos antiguos las personas cuando tenían experiencias sobrenaturales las interpretaban como ángeles de Dios o demonios, por esta razón no las reportaban.
Un individuo que aseguraba haber tenido experiencias religiosas, se convenció que lo vivido eran experiencias ovnis: “Hasta ahora yo pensaba que había visto un mensajero del cielo, ahora comprendo, habiendo leído su libro (Pasaporte a Magonia) que lo que vi fue un ovni”.
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Cabe señalar que en el libro del astrónomo se menciona que existe un componente psíquico en este tipo de fenómenos, una especie de conexión entre el contactado y el supuesto ser, de ahí que solo quien vive la experiencia lo puede ver, como ocurrió en Fátima, donde a pesar de que la multitud observó una luz, los únicos que vieron a la virgen fueron los niños.
