En la cosmovisión indígena en la que se buscaba atribuir las leyes naturales de la física o la química a un ente superior que le diera explicación a lo que en ese entonces desconocían, nacieron infinidad de leyendas y mitos relacionados a deidades de todo tipo los cuales sin importar la cultura o que estuvieran en una parte remota del mundo, compartían ciertas características.
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Tal es el caso del Dios del trueno, de los rayos o los relámpagos. El más conocido gracias a la cultura cinematográfica ha sido Thor, sin embargo, este ser poderoso capaz de ejercer fuerzas sobre el trueno o los rayos existe prácticamente en los 5 continentes, desde las culturas europeas, hasta en el hinduismo. Pero ¿sabías que Tabasco tiene su propia representación de este personaje?
Bien, este mito este mito presente en las etnografías de los yokot’anob o mayas chontales de Tabasco nos habla de un personaje que es conocido como “El Hombre del Trueno”, “El Señor del Trueno”, o simplemente “El Trueno”.
Esta deidad que puede ser atribuida a una naturaleza compleja, ambivalente y polisémica, el cual funciona como una entidad atmosférica asociada con la producción de lluvia y rayos el cual suele ser descrito con un hombre de una capa de color escarlata, aunque entre su característica negativa se encuentra su capacidad para causar la enfermedad de “espanto de rayo” en los humanos.
El señor del Trueno, es el encargado de gestionar y limpiar las aguas de las lagunas, pantanos y mar, además de servir como dador de alimentos y productos vegetales de la producción agrícola. Se cree que cuando Aj Chawäk sacude su brillante capa crea un relámpago, cuando la agita crea una reverberación de trueno, además de que tiene un hacha de piedra que al arrojarla como proyectil crea un rayo.
Esto propiamente dicho, quiere decir que la capa representa al Dios, ya que sus atributos y el poder hacedor de rayos vienen en ella, lo que podría significar que quien se la ponga, se reviste de cualidades divinas, al contrario del martillo de Thor, el cual solo puede ser tocado por su dueño o algún alma de noble corazón.
Además a Aj Chawäk se le dota de cualidades agrícolas, así como al nacimiento de plantas, considerándolo como un héroe cultural capaz de dar maíz o un Dios de las cosechas. Esto, ya que según la leyenda, precipita desde el cielo una tempestad de rayos y lluvias que favorecen el crecimiento de la vegetación.
Este texto fue elaborado en base a la investigación realizada por David Lorente Fernández y sacado del sitio web elsevier.es