Ante la reducción de butacas y la gran expectativa por la inauguración del nuevo Parque Centenario, fue necesario colocar en los jardines dos filas de gradas para que más aficionados ingresen a presenciar el juego entre Diablos Rojos del México y los Olmecas de Tabasco este sábado 1 de abril.
Luego de tener un aforo de casi 10 mil aficionados, con el paso de los años este se fue modificando hasta tener en fechas recientes 8500 espacios, hasta antes de la remodelación.
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En el arranque de la obra la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) invirtió 276 millones en el estadio y en el papel se contempló tener 9 mil butacas.
"El proyecto de remodelación del estadio contempló 9 mil butacas para espectadores, zona de juegos, 29 locales comerciales, plaza elevada, salas de juntas, oficinas, bodega, gimnasio, cocina, área de comida, 71 cajones de estacionamiento, nuevos accesos y cubiertas para mayor comodidad de los usuarios" informó en su comunicado del mes de diciembre pasado.
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Sin embargo esto no ocurrió terminando el proyecto, ya solo tiene capacidad de 6 mil 660 personas. Esta reducción toma importancia en estos momentos en los cual la afición se está volcando al primer compromiso del equipo Olmecas para la inauguración oficial. Miles de personas se quedarán afuera del otrora coloso de la colonia Atasta esperando apoyar a sus equipos.
Desde el martes pasado, trabajadores colocaron dos filas de gradas en la desaparecida zona de bleachers, espacio en el cual cabían hasta 2 mil personas.