El pasado sábado 10 de abril el cantante Bad Bunny participó en WrestleMania, el principal evento de lucha libre en su modalidad de pago por evento de la World Wrestling Entertaiment (WWE). Sus contrincantes fueron The Miz o “El Miz” como lo conoce la fanáticada latinoamericana a este deporte espectáculo, y John Morrison. El luchador que hizo pareja con el boricua fue Damian Priest, que por cierto, aparte de ser uno de los nuevos talentos que está impulsando la empresa, también tiene sangre puertorriqueña.
Como es costumbre en sus conciertos, Benito Antonio Martínez Ocasio, nombre del rapero, hizo una entrada espectacular, sobre la caja de un tráiler, el cual fue parte de la portada de su álbum “El último Tour del Mundo”. Por si esto no fuera suficiente, su vestimenta negra se iluminaba con luces LED blancas.
La sola presencia del cantante de música urbana hizo que el público se encendiera. Después de la eufórica irrupción, el presentador tomó el micrófono y mencionó a los protagonistas de este encuentro, de nueva cuenta el nombre de Bad Bunny enardeció al público, no había duda el ring ya era del borinqueño.
Cabe mencionar que en la lucha libre “gringa” no hay rudos ni técnicos como en la nuestra, allá los gladiadores asumen el papel de “villanos” o “héroes” según con quién tengan la rivalidad. En este caso el famoso no podía aparecer como el malquerido por la afición.
El combate se desarrolló como una típica lucha estadounidense: golpes, levantones y costalazos. Si bien los lances encendían al público, fue en el momento que el ganador de Grammy comenzó a exhibir llaves de la lucha libre mexicana que dejó sorprendido no sólo a los asistentes, también a su compañero de equipo, pues esos movimientos pocos luchadores del país de las barras y las estrellas los realizan. Es sabido que esas llaves las aprenden aquí en México, como una “especialización” para su profesión. Así en una de esas maniobras, el rapero realizó la “Casita”, llave que es el distintivo con que rinde a sus rivales la dinastía Casas: Don Pepe “Tropi” Casas, Negro Casas, Heavy Metal y El Felino.
Por momentos, de un lado y otro parecía que perdían, el referí contaba: uno, dos… y por arte de magia el aparente vencido sacaba fuerzas de flaqueza, la gente se paraba de sus asientos, algunos se aferraban a sus hijos. La lucha cumplía su objetivo: hacer participé a las personas que fueron a ver las acciones, como si la derrota o victoria dependiera de ellos; sentimiento que comprenderán quienes han presenciado un espectáculo de estos.
Finalmente, luego de tantas emociones Bad Bunny finiquitó la lucha con una plancha sobre El Miz, el referí contó los tres segundo y así terminaba el combate, donde el público quedó complacido por la victoria del cantante.
Por cierto, este año el evento se desarrolla en el Raymond James Stadium en Tampa, Florida, lugar, donde el domingo 7 de febrero se llevó el Súper Bowl, entre los Tampa Bay Buccaneers (Bucaneros de Tampa Bay) y los Kansas City Chiefs (Jefes de Kansas City), que ganaron los primeros.