El traje típico tabasqueño de la choca que conocemos como “de gala” nada tiene que ver con el que usaban las mujeres de los pueblos originarios, pero eso es otra historia.
A la llegada de los españoles los pueblos originarios tuvieron que adoptar la ropa a la usanza europea pero con los tejidos propios de la región debido a las temperaturas que siempre han caracterizado la región, siendo la tela de manta de algodón y la organza de lino los textiles más utilizados.
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Se tienen pocos datos sobre el periodo de adaptación de los pueblos para usar esta ropa impuesta por los europeos, pero hasta 1910 las mujeres yokot anob solían utilizar las enaguas o faldas tipo fondo que las europeas usaban debajo de sus ahuecadas faldas, como única prenda, dejando la parte superior sin cubrir.
La creación de los trajes típicos que ahora conocemos vendría durante los siguientes años como una manera de afirmar la identidad mestiza de los Criollos hijos de europeos con los descendientes de los pueblos originarios mexicanos, creando trajes que reflejaban la moda europea de la época con los cortes o bordados propios de esta nación.
¿Quien mandó a hacer el traje de Choca?
El traje de gala de la Choca que ahora conocemos fue diseñado y confeccionado a petición de Carlos A. Madrazo Becerra, quien fuera gobernador de Tabasco de enero de 1959 a noviembre de 1964, como una forma de generar en los tabasqueños un sentido de pertenencia al estado, donde se agrupaban 17 municipios, y para que el traje luciera en los eventos culturales y festivos de la época, desde la feria estatal hasta la celebración de las bodas.
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El trabajo de diseñar los trajes se le encargó al diseñador Ramón Valdiosera, quien se dio a la tarea de investigar elementos claves en las cuatro regiones del estado, así basándose en el pick o blusón que se usaba en Tamulté de las Sabanas, creó la blusa estilo campesina, y eligiendo el color azul que llamó azul Tapijulapa; elaboró la falda.
Quedando el traje de la siguiente manera: Falda azul (marino claro) con pretina ancha, con dos pasadas de la tira bordada en patrón de punto de cruz que dicho sea de paso estaba de moda entre las españolas de la época, por lo que en la falda se colocaran cuatro pasadas más de esta tira bordada y la remataron con cintas de colores en el orden que sigue; azul, verde, amarillo y rojo; representando las cuatro regiones, puntualizando que la tira bordada de la falda debe ser la misma que la de la blusa, para que siempre estuviera combinada.
¿Quién diseñó el traje de Choca?
La siguiente historia era contada por la maestra de danza Rosa del Carmen Dehesa, un personaje celebre tabasqueño que pertenecía al círculo cercano de Carlos Madrazo.
Dice que tanto la esposa del gobernador como sus amigas creían que el traje regional era muy humilde, pues solo consistía de la enagua de manta semitransparente y en ocasiones la blusa tipo campesina, así que sugirieron al gobernador crear un modelo con más ‘caché’, que era la palabra de moda en ese momento para decir que querían algo más elegante y que fuera con la tendencia de la época.
Entonces enviaron a buscar al diseñador veracruzano Ramón Valdiosera (1918) un pestigiado diseñador de modas de la época al que se le atribuye la denominación “rosa mexicano”, por eso no sorprende eso de “azul Tapijulapa” en el diseño del traje tabasqueño.
Resulta que este señor era diseñador de modas, pero también escritor, periodista, pintor, caricaturista, poeta y lo demás que no alcanzaría de explicar en esta nota, por lo que el trabajo que le encargaron le vino como anillo al dedo.
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Graciela Pintado que era la esposa del gobernador y Valdiosera, además de otros personajes recorrieron por 3 meses los 17 municipios de Tabasco, recabando elementos que fueran de inspiración para realizar el traje.
Un día llegando a Tapijulapa en el municipio de Tacotalpa él dijo “Miren el azul Tapijulapa, señalando los imponentes cerros que se observaban a lo lejos.
Todos los que iban acompañándolo se le quedaron viendo estupefactos. Graciela pintado le cuestionó: “¿Cuál azul Tapijulapa?”, “Ahí arriba.” dijo Oscar.
A lo que ella después de una mirada rápida a los cerros y con cierto desdén le respondió:
“Ay Ramón, no me friegues (dijo otra palabra que no colocaré aquí o me censuran) esa parte de ahí es Chiapas.”
“Ay pero se ven bonitas las montañas” replicó Valdiosera.
“Bueno, que se vean bonitas es una cosa, pero ¿Cuál azul Tapijulapa? Ni el río» le dijo la maestra, que además recuerda que ese día que estaban ahí, como suele suceder cuando llueve mucho, el agua del río Tapijulapa era café chocolate.”
“Ay ¿Pero quién va a saber?» espetó Valdiosera «Nada más ustedes que andan conmigo. No digan nada porque yo vine a hacer un trabajo, así se va a llamar ese color, Azul Tapijulapa”
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Ya en el taller tomó una de las faldas que se usaban de forma cotidiana por las tabasqueñas y que consistía en un pieza semicircular a media pierna, le quitó el olán y bajó la pieza hasta los pies. En la parte de atrás, colocó otras tres piezas de un metro de largo las juntó y tabloneó la falda, 8 centímetros a la izquierda y 8 centímetros a la derecha y con eso tuvo el modelo listo.