Esta noche, la reliquia de San Judas Tadeo llegará a Tabasco, visitando varias iglesias del estado. Si no lo conoces y no sabes cuál es su importancia para la religión católica, aquí te contamos lo más destacado de su vida y el legado de este apóstol, conocido por su valentía y devoción.

San Judas Tadeo, cuyo nombre en hebreo es Yehuda, significa “alabanzas sean dadas a Dios”. El nombre Tadeo proviene del arameo, la lengua hablada por Cristo, y significa “el valiente”. Después de la muerte de Cristo, Judas Tadeo, junto con Simón el Cananeo, se dedicó a evangelizar en Mesopotamia y Persia, incluyendo la región que hoy conocemos como Armenia.

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El Martirio de San Judas Tadeo

San Judas Tadeo fue martirizado en Persia, en la ciudad de Suamir, alrededor del año 62 d.C. Según la tradición, él y Simón el Cananeo fueron apresados por predicar el evangelio en una región donde se rendía culto a la diosa romana Diana.

Los sacerdotes de Diana incitaron a la multitud a rodear la casa donde se encontraban los apóstoles. Al negarse a adorar a la diosa, ambos fueron golpeados con mazos y piedras. Finalmente, San Judas Tadeo fue decapitado con un hacha. Este acto de martirio es recordado en su iconografía, donde a menudo se le representa con un mazo o un hacha, símbolos de su sacrificio en defensa de su fe.

Se dice que el apóstol llevaba consigo un medallón con la imagen de Cristo en el pecho, recordando el mandylion, la más antigua representación del rostro de Cristo, que de acuerdo a una leyenda cristiana, era la imagen de la faz de Jesús retratada en una tela que se le envió al rey Abgar V de Edesa para sanarle de una terrible enfermedad.

Tras el Martirio

Después de su martirio, el rey Acab de Babilonia recogió los cuerpos de San Judas Tadeo y Simón el Cananeo y los trasladó desde Suamir en Persia hasta Babilonia.

Alrededor del año 651 d.C., durante la invasión musulmana a Babilonia, las reliquias fueron llevadas a Roma, a la antigua Basílica de San Pedro, construida por el emperador Constantino.

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Las Reliquias en Roma

Se dice que en el año 800 el Papa León III presentó las reliquias de los mártires Simón y Tadeo a Carlo Magno. Estas reliquias fueron depositadas en la Basílica de San Pedro y otros fragmentos en la Basílica de San Saturnino de Tolosa en Francia. Por esta razón, la iglesia celebra la festividad de los santos mártires Simón y Tadeo el mismo día.

La Iglesia de San Tadeo

A partir de ese momento, las reliquias permanecieron en la Basílica Constantiniana de San Pedro. Se construyó una pequeña iglesia dedicada a San Judas Tadeo, conocida como la iglesia de San Tadeo, que se convirtió en la parroquia del lugar. Esta iglesia estaba cerca de un gran prado de laureles, al lado opuesto del mausoleo de Adriano, hoy conocido como Castel Sant’Angelo, cruzando el puente del mismo nombre, en lo que hoy sería la “Via dei Coronari”, calle histórica y pintoresca ubicada en el corazón de Roma.

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San Salvatore in Lauro

En el siglo XI, sobre las ruinas del templo dedicado a la diosa Europa, se construyó una iglesia llamada “Sancti Salvatoris de Lauro”, que significa San Salvador de los Laureles. Esta iglesia se volvió importante en la historia de la reliquia de San Judas, ya que tras la desaparición de la iglesia de San Tadeo, la reliquia fue trasladada a “San Salvatore in Lauro”, convirtiéndose en la parroquia oficial.

La reliquia que llega a Tabasco, es un extracto de los huesos de San Judas Tadeo depositado en un relicario para poder viajar protegido a través del mundo, y en esta ocasión llega por primera vez a México, resaltando la importancia del Edén al formar parte de esta visita.

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