Integrantes del gremio cultural de Tabasco coincidieron en que la pasada administración que encabezó Carlos Manuel Merino Campos, y en donde la Secretaría de Cultura estatal estuvo a cargo de Ramiro Chávez Gochicoa, quedó mucho a deber en la materia y en la promoción a las artes.

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El abandono al que estuvieron expuestos los recintos y foros de expresión fue lo que dio lugar a la Catástrofe Cultural en Tabasco, que fue el nombre del conversatorio que realizó El Heraldo de Tabasco para conmemorar su aniversario número 20.

Bajo la conducción de Ángel Vega, director de esta casa editorial, el conversatorio contó con la participación de Marta Friné Muñoz Chablé, promotora cultural; Jaime Ruiz, escritor, poeta y promotor cultural; así como el artista plástico Javier Pineda. Muñoz Chablé reconoció que la pasada administración le dio mucho impulso a los jóvenes, sobre todo ilustradores, pero ciertos sectores de la población, de los creadores, no fueron volteados a ver.

“Entonces se focalizó mayormente en una situación donde veías a estos ilustradores, nuevos creadores y cosas así por el estilo, entonces esa es una de las cosas que noté”, dijo. Mencionó que también se notó que hay mucho espacio cultural que no tiene adecuada la infraestructura, que están prácticamente abandonados, como el Ágora y la biblioteca pública José María Pino Suárez, así como el Teatro Esperanza Iris.

“Para que puedas ejercer la práctica de los temas culturales, debes de tener espacios adecuados. Garantizar a las personas el derecho a ejercer, o sea, a ejercer sus derechos culturales, a poder asistir a presentaciones, voltear a ver a los creadores tabasqueños para que puedan presentarse y tener una adecuada remuneración a su trabajo, también es algo así como que debió de haberse volteado a ver más”, afirmó.

En su caso particular, comentó que tenía la intención de hacer un evento denominado Noche de las Estrellas, que no encontró apoyo de la Secretaría, por lo que fue arropado por la UJAT.

“Solicité cita y definitivamente me la dieron para mucho tiempo, tipo gobierno, dos meses después. Llegó la fecha y como dos días antes me dijeron que se cancelaba porque tenía el presentimiento que me la iban a posponer, y cuando me la pospusieron, pues resulta que el evento ya era y nunca fui atendida, nunca me confirmaron fecha, pero sí recibí la atención de una de las subsecretarias, que ella sí amablemente me ofreció el edificio del planetario, que por cierto no alberga una estructura planetaria. No es un planetario”, afirmó.

Por su parte, Javier Pineda coincidió en que no fue una buena administración cultural la que acaba de salir. “Desafortunadamente hay muchos retos en los diferentes ámbitos, ya sea en la educación artística, ya sea en patrimonio cultural, llámese difusión, promoción, museos, galerías, falta de mantenimiento; coincido con Marta en el hecho de la sectorización de los apoyos hacia los jóvenes, que realmente eso me parece que está bien, pero sin embargo tenemos que también voltear a ver a los otros actores culturales, como podrían ser los artistas con trayectoria, el acceso de las personas que padecen alguna discapacidad hacia lo que son las actividades artísticas, lo que llamamos la descentralización de las actividades culturales”, destacó.

Señaló que no se consideró algo muy importante y que es un aspecto cultural, como es la profesionalización de los creadores artísticos en el Estado. “Entonces, es urgente y me parece prioritaria la creación de la Universidad de las Artes, para que podamos afianzar lo que es nuestro desarrollo cultural”.

Consideró que entre otras cosas, se necesita elevar la calidad de la producción artística y con ello también generar nuestros artistas que hablen acerca de lo bello y lo bueno que tiene la tradición cultural del estado, pero que también sean críticos de las necesidades, que las tengan que conocer y que con ello se vaya elevando nuestra participación, ya sea como comunidad artística o ya sea como sociedad.

A su vez, Jaime Ruiz estimó que la cultura en Tabasco fue prácticamente nula. “Prácticamente no se vio, teniendo tantos recintos culturales, teniendo tantos espacios, teniendo, estoy hablando de la infraestructura, pero teniendo tanto material humano, tanto recurso humano, como son pintores, como son escritores, poetas, mucha gente que puede, de alguna manera, aportar cosas, claro, también con la remuneración de sus trabajos”, destacó.

Expresó que en esto se puede citar a lugares como la zona CICOM y la Casa de los Azulejos, que prácticamente han sido como elefantes blancos, que han estado ahí, que no han tenido actividad, o la que deberían de tener.

“Cuando alguien habita una casa, difícilmente se deteriora, o se deteriora de una manera más lenta. Entonces, si no hay actividad, si no hay gente, no hay vida, entonces, igual las cosas se ven, aparte de vacías, pues, no activan”, expresó. Señaló que sin duda hubo presupuesto, por lo que pudieron haber contratado a gente que diera más talleres, "más talleres literarios, más talleres de escritura, pero no se hizo, o se hicieron algunas cosas.

“Pero yo creo que al funcionario público, cuando le das una estafeta, le das un puesto, no es para que se sienta que ya estoy del otro lado, estoy arriba de la tarima y ustedes están abajo. Al contrario, es una gran oportunidad que le está dando un pueblo, porque el gobernador o el gobierno recibe, digamos, un trono por parte del mismo pueblo, que le da el poder. Y a su vez se le pasa a otra persona”, destacó.

Al referirse a la falta de apoyo a los creadores, Martha Friné refirió que es recurrente este tipo de quejas, de que cuando sale una convocatoria, se le dan a los amigos. Asimismo, sobre el tema específico de la Feria Tabasco, en la que hay un foro donde al artista le dicen a los que van iniciando, “te doy la oportunidad de participar, pero no te vamos a pagar”, lo cual no consideró adecuado. “Es una falta de respeto”, dijo.

Para Javier Pineda el hecho de quedar seleccionado o no en una convocatoria, tiene sus puntos a analizar. “O sea, sí es cierto que hay una parte en donde el artista no tiene conocimientos acerca de cómo integrar una propuesta. Y no los tiene porque no se le ha dado las herramientas para hacerlo”, comentó.

“Pero aparte, o sea, hay una propuesta también de actividad que tampoco te dicen. Y los pocos cursos que yo me he enterado que hay para integrar una propuesta están dirigidos a la generalidad. Y resulta que cada disciplina tiene sus condiciones propias. O sea, no es lo mismo presentar un proyecto en artes plásticas que presentar un proyecto en danza, que presentar un proyecto en teatro, entonces, en estas generalidades, el creador se pierde también. Por otra parte, vemos que quienes seleccionan muchas veces no son los adecuados. No tienen idea. Eso es cierto. Y también hay que considerar que está la cuestión de los amiguismos”, admitió.

Jaime Ruiz añadió que en estos casos, siempre pasa el dedazo y se beneficia al que está cerca, que anduvo en campaña a veces, al que se paseó con el candidato por todos lados.

“Pero también está la otra perspectiva. El tema de los que lo hacen de manera independiente, los que no quieren depender de los presupuestos gubernamentales, es una forma también de hacer cultura. Creo que es la más extendida, dado que los instrumentos oficiales gubernamentales para apoyar a los artistas son reducidos, son otorgados de manera discrecional”, destacó.

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De igual forma, opinó que la cultura no debe ser lo último, sino que al contrario, es la esencia del pueblo, como personas, como ciudad, como Estado, “y tal pareciera que se reniega de lo que uno es, de la identidad, de lo que uno es como tabasqueño. El no apoyar a ciertos artistas, a ciertas expresiones, es como tratar de ocultar un dialecto”.