El Museo La Venta está enclavado a orilla de la laguna de las Ilusiones en Villahermosa Tabasco, su espacio atesora una de las más grandes colecciones de piezas monumentales pertenecientes a la cultura Olmeca, la primera civilización de Mesoamérica.
Las piezas que conforman este museo originalmente se ubicaban en los alrededores de la zona arqueológica de La Venta en el municipio de Huimanguillo donde se han encontrado vestigios culturales que datan del año 1750 antes de Cristo, aunque la ocupación principal se concentra entre el 1200 y el 400 antes de Cristo.
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El sitio fue diseñado, organizado y plasmado por el poeta tabasqueño Carlos Pellicer Cámara, e inaugurado el 4 de marzo de 1958. Cuenta con un espacio de 6.5 hectáreas dividido en dos áreas, la arqueológica y la zoológica.
La forma en la que se realizó su construcción es de lo más interesante pues se dio en un contexto muy particular. En 1950 se descubrieron yacimientos de petróleo y gas en la zona cercana al sitio arqueológico de La Venta, en Huimanguillo. En menos de diez años se perforaron más de 100 pozos petroleros en los terrenos vecinos a los que fue la antigua ciudad y centro ceremonial, lo que hizo visible el riesgo de que muchos de sus monumentos fueran destruidos.
El lugar empezó a cobrar importancia económica por la actividad petrolera y la mancha urbana comenzó a invadir la zona arqueológica. En esa época, Petróleos Mexicanos construyó en la zona un complejo petroquímico llamado Complejo Procesador de Gas La Venta, con lo que la actividad económica y el movimiento de personas se incrementó notablemente.
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Cuenta Belisario Colorado Jr. en su libro Juchimán, biografía de un ídolo viviente: “Cuando Pellicer y yo fuimos a conocer las ruinas de La Venta, en 1951, bajo los auspicios del culto gobernador Francisco J. Santamaría, únicamente hallamos piezas que ahora se admiran en el Museo Carlos Pellicer y en el Parque Museo de La Venta de Villahermosa, diseminadas entre acahuales rodeados por restos de selva y pantanos inmensos.”
Todos estos cambios y riesgos para los monumentos milenarios fueron identificados por el poeta y museógrafo tabasqueño Carlos Pellicer durante esa visita. Por esto comenzó gestiones con las autoridades tabasqueñas y federales para realizar un aseguramiento de las piezas y su posterior traslado a la capital del estado.
Debido al tamaño y peso de las colosales piezas, y a que no podrían caber en ningún recinto ya existente en Villahermosa, Carlos Pellicer solicitó un terreno que pudiera acondicionarse, en lo que eran las orillas de esa capital estatal, localizada junto al Río Grijalva.
En esos años, Carlos Pellicer sostenía un intercambio de cartas con el escritor e intelectual regiomontano Alfonso Reyes, en una de ellas llena de poesía y humor, el poeta quiso compartir con él, el traslado de piezas desde la zona arqueológica de La Venta a Villahermosa.
“Estoy haciendo un poema con los tres reinos y mucho hombre…”, le escribió Pellicer a Reyes para contarle que deseaba construir un eco-museo, donde fueran protagonistas los reinos vegetal, animal y mineral. Este último representado por los monolitos olmecas.
Pero para lograr esta hazaña cientos de hombres tendrían que cargar y movilizar los monumentos que pesaban toneladas para sacarlos desde las zonas lodosas donde se encontraban hasta la carretera, pues en esa época no había caminos completos desde La Venta Huimanguillo hasta Villahermosa.
Para el traslado se usaron principalmente cuerdas, troncos y fuerza humana descomunal, como quedó detallado en las fotografías del proyecto, que se exhiben en el actual Eco-museo. La fase más intensa de traslados se realizó entre julio y agosto de 1957.
Para recorrer el lugar sin perderse y para replicar la experiencia del propio Pellicer, el poeta creó, el camino de huellas que los visitantes siguen actualmente para visitar el sitio. El museo abrió sus puertas el 4 de marzo de 1958, con el mismo nombre del sitio arqueológico de donde provenían las obras de arte prehispánico: La Venta.
“Cuando regrese a la capital iré a verte y te platicaré de la cosa en que ando metido: aquí moviendo y trasladando milenios de 38 toneladas”, escribía Pellicer. En otro fragmento de sus cartas a Alfonso Reyes añadía: “Figúrate un poema de siete hectáreas. Con versos milenarios y encuadernados en misterio. Naturalmente a orillas de un lago…”.
El poeta trató de abstraer el ecosistema de La venta en Huimanguillo y replicarlo en las siete hectáreas del Parque Museo de La Venta en Villahermosa, la vegetación se adaptó fácilmente al lugar y algunos arboles que ya estaban se conservaron. Así abundante y generosa la selva parecía crecer sola, como si hubiera venido adherida a las piezas arqueológicas, rodeada de cuerpos de agua, el lugar era solo una pequeña representación de lo que fue aquella ciudad de 200 hectáreas y miles de habitantes en su tiempo de esplendor.
Así el Museo La Venta se convirtió en una representación de la cultura Olmeca, un museo único en el país donde era posible apreciar flora y fauna en el mismo sitio que los impresionantes monumentos prehispánicos entre los que destacan figuras humanas manifestadas en altares, cabezas colosales y estelas representando seres fantásticos, que marcan el umbral del inframundo de los olmecas, así como mosaicos de piedra que constituyen una de las ofrendas masivas más importantes de esta cultura. En el siguiente video se puede ver resumidamente la historia de este museo.
Cambios y renovaciones
El recinto ha tenido algunos cambios desde su fundación, en 1985 se hizo un gran esfuerzo para rescatar y conservar los vestigios que están en el Parque, con el Proyecto de restauración y conservación de los Monolitos Olmecas. Se generó un programa de conservación y restauración de las 33 esculturas que se exhibían en el museo. Esta colección puede clasificarse en cuatro grupos: estelas, altares, cabezas colosales y el grupo de monumentos no clasificados.
A finales de los 90’s, se anexó al parque el área zoológica, la cual tenía como fin resguardar algunas especies de la región en peligro de extinción.
En 2017 se llevó a cabo el traslado de la emblemática Cabeza Colosal de La Venta hasta su nueva base, construida a dos metros de distancia del lugar en que se encontraba originalmente, desde la creación del Parque Museo, debido a que desde 2007 el monumento estaba en riesgo de inundación.
En el siguiente video se muestra como funcionaba el Parque Museo La Venta hasta el año 2018