El pasado viernes fue presentada en El Atelier, el programa cultural de El Heraldo de Tabasco, la más reciente obra del periodista, poeta y escritor Ángel Vega, “La máquina de convocar ahogados”, una novela basa en las vivencias de “Romen” como investigador privado, en una Villahermosa distópica.
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Así comenzaba una emisión más de El Atelier. Como en una película, la cámara se fue abriendo, y nos muestra un auditorio con personas en las butacas, y en el escenario la conductora, Adriana Calvo Méndez, y el invitado especial. Como ya es costumbre, se escuchan las palabras de bienvenida de su anfitriona. “Hola que tal, amigos de El Heraldo de Tabasco, bienvenidos a un Atelier más”.
El programa fue transmitido desde el Instituto Juárez, y tras repetir el título de la obra y su autor, da inicio una amena charla. “Bien muy contento, muy feliz de estar aquí”, es la primera frase del invitado.
La novela: ¿Por qué en Tabasco?
Ángel, en un tono relajado responde: “Creo que desde mi llegada aquí a este estado, he fantaseado de escribir algo acerca de este lugar tan rico, de pronto surrealista, y este lugar, en el cual me emociona muchísimo vivir y trabajar, y bueno, he encontrado personas maravillosas, personajes muy interesantes; gente fuera de lo común, gente extraordinaria… en general es un estado maravilloso, el cual me ha inspirado, además de la novela, a hacer una carrera periodística. Es motivo de mucho orgullo escribir una novela completamente ambientada en Tabasco”.
Todo inició en Facebook
“Empezó siendo un ejercicio narrativo en Facebook, con poquito de ocio; experimentar cómo las audiencias y la gente que me sigue en redes sociales, que le gusta o sigue mi escritura, cómo reaccionaban a una historia totalmente hecha en Tabasco”, menciona el entrevistado.
Agrega: “Entonces, a la hora que comienzo yo este ejercicio narrativo toma vuelo, comienza a seguirlo muchísima gente, pero después por cuestiones de trabajo, por falta de tiempo no pude darle continuidad, entonces se queda la espinita plantada en Facebook”.
Un escritor polifacético
Durante su participación, los asistentes que presidieron la presentación de la obra, coincidieron en que el autor es una persona fértil, creativa, inmersa en muchas actividades, muestra de su aspecto polifacético.
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“El sol abrillantó de pronto las aguas verdosas del río y la ciudad apareció pequeña”, así inició su intervención el académico y periodista Cristian Cerino. Prosigue: “En ‘La máquina de convocar ahogados’, Villahermosa de San Juan Bautista no emerge así de pronto como la San Juan Bautista que Bruno Estañol resalta a nuestra vista desde los primeros párrafos. La ciudad que describe Ángel Vega es a través de las adversidades que padecen sus pobladores”. Añade que esta es la Villahermosa “vegaciana” que describe el personaje principal.
“Lo primero, que el evento es una máquina de recuerdos”, menciona el poeta Jaime Ruiz. Da paso a su lectura, en la que señala: “La máquina de convocar ahogados es una máquina de convocar recuerdos”, prosigue: “Transcurría el año 2001, primer año del siglo XXI, y ahí precisamente, el mundo era sorprendido por eventos insospechados, inesperados. Tales como mirar con incredulidad, el hecho que dos máquina, dos misiles en forma de pájaros ponía fin a dos grandes estructuras de vidrio y acero. Las Torres Gemelas construidas tan solo 28 años atrás, y precisamente en ese espacio de tiempo con tan solo 28 años de edad, como Las Torres, apareció con sus textos, Ángel Vega, en el taller literario juvenil en Busca del Tiempo Perdido.
“Mi nombre es Ángel Vega, y soy escritor de novelas”, el poeta reconoció que la respuesta sorprendió a la mayoría de los ahí convocados, que escribían, ensayo, poesía y cuento. Extiende su comentario: “Desde ese momento sabíamos que no era un improvisado, una vena de escritor ardía en su interior”. Ya, al adentrarse en la novela menciona que Roberto Menchaca, es un estilo de Sherlock Holmes tropical. Ruiz prosigue con su discurso y finaliza con la frase: “Ángel Vega se convierte en una máquina de convocar lectores”.
El académico y periodista Ángel Valdivieso señaló: “A Ángel Vega no lo podemos descuidar diez minutos, porque ya anda trepando volcanes, trotando carreteras a deshoras de la madrugada, convertido en señor músculo en algún gimnasio o dirigiendo una tropa de periodistas, para decirlo con una frase propia del libro: nuestro querido Ángel es bárbaramente fértil”, concluye su intervención.
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Por su parte, el escritor y dramaturgo Vicente Gómez Montero mencionó: “Muchas gracias al maestro Ángel Vega por invitarme a decir algunas palabras de su muy hermosa novela, y sobre todo por estar entre muy queridos amigos en este panel. Después de lo que han dicho todo ellos (los invitados) no sé que decir, va a ser un repetición abismal”.
Continúa: “’La máquina de convocar ahogados’ se divide en el folletín más tradicional, entre la primera mitad del siglo XX y la crónica de una Villahermosa golpeada por los incidentes más sórdidos. Encontrar un novelista que puede crear una obra en una tierra de poetas, donde además los poetas contemporáneos creen que lo están haciendo muy bien, es hallar la aguja en el pajar. Estructurada con la precisión de las obras del mejor augurio, esta novela de Ángel Vega viene a reafirmar su ya bien ganada fama de grabador, cronista, de reportero de la ciudad, de lo que deviene en la novela cuando ya no puede quedarse en suceso. ‘La máquina de convocar ahogados’ es la historia de un milagro, de un tesoro y de un amor maldito. La historia del tesoro aparejada de una tradición”.
Historias de un Tabasco distópico
La sinopsis, más allá de dar directrices de lo que trata el libro, nos deja en claro que la trama se desarrolla en un Tabasco distópico, este término da una clara idea del sentido que tendrán las historias que ocurren alrededor del personaje principal: Roberto Menchaca, alias “El Romen”. Desde su sobrenombre hasta quienes tienen relación con esta persona, harán entrar al lector en una sociedad indeseable, “de miserias urbanas”, en palabras de Gómez Montero.
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Este hombre que intenta escapar de su natal Villahermosa o la Villa de San Juan Bautista, como se le nombra a lo largo del documento, regresa al terruño convertido en un investigador privado, es a partir de este oficio que se verá envuelto en una serie de situaciones que incluso pondrán en peligro su vida, todo lo anterior sazonado con un dilema pasional, transfigurado entre una mujer de su pasado y otra del presente.
Cada capítulo está realizado de una manera que a lo largo de las oraciones, harán suponer al lector muchos finales desde una perspectiva policiaca, pero no como el desenlace que Ángel Vega plasma en el último apartado.
Durante la presentación, la conductora de la emisión, Adriana Calvo Méndez, leyó un capitulo de la obra: “No pienses que porque te traje hasta aquí después va a pasar algo que yo misma no esté segura que debe pasar, era ni más ni menos que el Submarino, nuestra cantidad de parrandas juveniles…” fueron las primeras palabras que se escucharon.
Transcurrieron los minutos y al finalizar, se escuchó al autor dirigirse al auditorio: “Quiero agradecer a las personas que de alguna manera intervinieron para que yo pudiera estar frente a ustedes hoy en el mágico acto de estar unidos por un libro, que para mi buena fortuna resulta ser de mi autoría. Las historias que concibieron el libro resultan más interesante que el propio libro”, menciona el escritor y periodista. Las palabras fluyen y así concluye el evento.