El 13 de marzo se cumplirá un año en que la mayoría de los teatros del mundo cerraron sus puertas. Desde Broadway, llegando a Europa y pasando por México y el resto de Latinoamérica, los teatreros se vieron obligados a bajar los telones y detener sus producciones pensando que podrían volver en unas semanas.
"Pero ya llevamos un año de esto. Económicamente ha sido, es y seguirá siendo demoledor por mucho tiempo. También en lo social, pues los teatros son espacios donde los humanos nos reunimos. Y culturalmente el retroceso es impresionante porque hay obras que no se pudieron hacer y otras que estaban en producción y que ya no hay forma de realizarlas", dice Óscar Carnicero, productor teatral.
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Por esta razón los teatreros del mundo quisieron unirse para levantar la mano y recordar que siguen luchando contra la adversidad. Y para conmemorar un año sin teatros se realizará en 78 países del mundo una adaptación del montaje Conejo blanco, Conejo rojo, en la que varios actores presentarán la obra de manera simultánea.
La idea fue de su autor, Nassim Soleimanpour, quien escribió el texto Conejo blanco, Conejo rojo. "Él quiso ofrecer la obra para que fuera representada en varias partes del mundo y renunció a cualquier tipo de pago por ella. Más bien quería hacer de esto una celebración y nosotros estamos más que honrados y agradecidos con el privilegio pues hemos hecho esta obra desde hace al menos cinco años".
Conejo blanco, Conejo rojo es una obra en la que ni el actor ni el público saben de su contenido hasta que inicia. El histrión descubre la trama a partir de un sobre que lee antes de iniciar y que interpreta sin un ensayo ni dirección previa. Y en esta ocasión el montaje será realizado por un actor que forma parte de la Compañía de Teatro Penitenciario de la Ciudad de México.
"Esta obra es una historia sobre la libertad y creo que todos hemos resignificado nuestro concepto de libertad en el último año con todo lo que ha pasado. Así que elegimos un actor que desde antes tiene una idea diferente sobre lo que significa estar encerrado", señala Óscar Carnicero, quien produce este montaje que se realizará desde la penitenciaria de Santa Martha Acatitla, sede de la compañía.
Debido a cuestiones de seguridad para el actor y la producción, el nombre del protagonista no será revelado hasta que inicie la función. Y el público podrá seguir la transmisión a partir de las 20:00 horas del 13 de marzo en Teatrix, plataforma streaming que surgió precisamente como una necesidad por seguir realizando teatro durante la pandemia.
"El teatro ha sido de las artes escénicas que más ha aprendido durante la pandemia. En un primer momento hubo creadores que estaban muy renuentes a hacer algo en lo digital, y hoy prácticamente todos descubrieron que el streaming no es el diablo personificado, sino un aliado que incluso puede ser una herramienta creativa", explica Carnicero, que también es CEO de Teatrix.
A pesar de que en la Ciudad de México y el Estado de México ya se permitió la apertura de teatros, el límite de aforo del 20 por ciento vuelve imposible que los productores retomen actividades. "Yo he decidido no abrir porque me sale más caro que seguir cerrado. Si lo hago empiezan a entrar otros costos que lo vuelven inviable", explica el productor.
Por ello una plataforma como Teatrix ha buscado opciones para renovarse y actualmente se encuentra en pláticas con productores nacionales y extranjeros para ofrecer nuevos contenidos.
"Estamos firmando convenios con productores muy importantes de México y con la Royal Shakespeare Company, porque haremos contenidos de ellos. Vienen cosas realmente grandes e importantes para acercarle el teatro y otras artes escénicas como el ballet, la opera y la música sinfónica al público".
En 78 ciudades se presentará la obra, por iniciativa de su autor; en México el proyecto lo produce Óscar Carnicero