La emisión pasada de El Atelier, el programa cultural de El Heraldo de Tabasco, contó con la presencia de dos jóvenes artistas dedicados a las artes escénicas. Por un lado Leonardo Pérez, además de la actriz y bailarina tabasqueña Paula Guillén. En el caso de Paula, su camino en la actuación comenzó a partir de los 4 años, ya que desde muy pequeña siempre le ha gustado el arte.
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“Tuve momentos en los que tuve intermitencias se podría decir, de escuela, arte, escuela, arte, que eso a veces se complica, pero entonces como a partir de los 12 años fue que ya le tomé en serio. Esto es lo que realmente me gusta, es mi pasión, entonces fue como comencé con el teatro musical y dije: también me gusta actuar, también me gusta cantar, entonces vamos a complementarlo”.
Señaló que fue desde ese entonces que comenzó con el teatro musical, cuando descubrió que era su pasión. Por su parte, Leo comentó que él empezó en el gremio cultural y artístico a partir de los 14 años, lo cual consideró “tarde” en comparación con otros artistas que comienzan desde muy jóvenes.
“Con la marcha me fui desarrollando; sobre la marcha me entró esa inquietud de tomar cursos y si se daba la oportunidad por ahí, me aventaba mis escapadas a la Ciudad de México; estuve igual por Cancún y otros estados compartiendo”, mencionó. Dijo que descubrió que podía combinar su carrera de psicología con el arte, pues existen diversos tipos de terapias que involucran ambas disciplinas.
También habló de su proyecto llamado Self Agencia, la cual comenzó como una empresa representativa. “La idea era darle impacto al bailarín tabasqueño, no solo en el ámbito local, sino nacional e internacional. Se comenzó a trabajar con elementos musicales, con algunos cantantes, con algunas empresas bastante grandes de la industria, y de ahí nace esto”.
“Sin darnos cuenta comenzamos a colaborar. Yo soy de la idea que la colaboración es hermosa porque juntas no sólo tu público, sino también el público de la otra persona y sin darnos cuenta, vamos creciendo”, expresó.
También comenzó a colaborar con otro grupo y se le ocurrió crear su agencia para apoyar a los artistas: “el significado de Self es algo completamente gestáltico; hablamos de ser tú mismo, entonces yo creo que algo que tiene el cuerpo, el lenguaje como tal, más allá de lo verbal, es que no miente”.
Los artistas compartieron su más reciente proyecto, una obra llamada “Distorsión'', la cual se describe como “un éxtasis visual que tocará fibras emocionales y mentales”. Es una obra dancística, es una dicotomía entre lo psicológico y la abstracción artística. Podemos ver cómo vive una persona con trastorno de ansiedad generalizada y nos resalta la importancia del cuidado de la salud mental.
De acuerdo con Leonardo Pérez, “Distorsión” surge por una necesidad social al plantear la pregunta ¿qué necesitan las personas para darse cuenta que la salud mental no es un juego?
“También lo empezamos a trabajar a través de muchos métodos, a través del experimento. Yo creo que el salón es un laboratorio. Entonces ninguna de las cuatro funciones va a ser la misma, es un laboratorio todo eso. Es un manicomio escénico que podemos ir checando. Desde lo visual y corporal, queremos dar esa consciencia de que la salud mental no es un juego”, explicó.
Lo que se busca es reflejar lo que es sentir ese trastorno, lo que es vivir con tantas ideas y no poderlas hilar. Es reflejar lo que se siente pensar mucho las cosas. En ese contexto, Paula mencionó que en escena estarán 5 bailarines, cada uno de los cuales tuvo su proceso artístico personal sobre cómo podía encontrar y dar a entender todas las emociones.
“Porque como ya mencionamos, no solamente es lo que viene del exterior, no solamente son todos estos estímulos, sino que también es todo lo interno. Todas estas distorsiones cognitivas, por eso la obra se llama “Distorsión”. Todas esas distorsiones cognitivas que pueden existir, porque hay mil tipos de distorsiones cognitivas dentro de la ansiedad”.
Indicó que para ellos fue un reto proyectar el proceso desde el interior, desde el personaje que cada quien creó y cómo podía extender eso al público. Leonardo reiteró que escénicamente fue complicado: “tienes este trabajo disociativo de crear un personaje; también hay un grado de consciencia, de cuidar el trazo y aparte, fuimos entrenando poco a poco con los meses”.
“También fue un trabajo de que tienes 5 bailarines, 5 personajes; yo creo que puedes tener otros dos personajes más, la música y tu espacio. Entonces tienes que crearlo a través del tiempo y del espacio”. Refirió que utilizó los matices de vida de cada uno, porque sabe que lo que vivió como persona no es lo mismo que vivieron los demás, y que se trata de darle sentido a eso que se vive.
“Yo creo que todo el mundo ha tenido ansiedad, sin mencionar que es el trastorno con tasa más alta en México y en el mundo en general, entonces fue ese trabajo de mesa, de partir de preguntas”. Expuso que se agarraron de los elementos de la verdad para hacer el trabajo escénico, pues no solo es una obra artística, sino que también se vale de armas de psicología.