En este verano aprende sobre museografía en el Centro Cultural Villahermosa

El lunes 17 de julio de 2023 inicia el taller de verano Exposición para armar, impartido por la Museógrafa Énoe Mancisidor, y El Heraldo de Tabasco tuvo una conversación con la especialista para saber más sobre el curso que comienza la próxima semana.

Lo primero que deben saber los menores de edad interesados, es que el Centro Cultural Villahermosa será el lugar al que deben ir para ser parte de esta experiencia formativa. El taller integra las actividades académicas en torno a la exposición Carlos Pellicer Amistad y Memoria.

Los papás y mamás que decidan llevar a sus hijos deben saber que la actividad será para niños de 8 a 12 años, iniciando el 17 y concluyendo el 21 de julio. En la semana, las jornadas serán de 9:00 a 12:00 horas, además, el cupo es limitado y las inscripciones en cultura@centro.gob.mx.

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¿Qué encontrarán en el taller verano Exposición para armar?

Al preguntarle más sobre esta actividad, la académica comentó: “La idea es que a partir de diferentes actividades los niños puedan aprender qué es lo que hace un museógrafo y digamos de esta otra faceta de Carlos Pellicer que también fue museógrafo y gestionó diferentes museos y exposiciones, entonces queremos que conozcan cuál es esta tarea y que de alguna forma ellos armen su propia exposición con recursos y actividades didácticos, y a lo largo de la semana ellos puedan concluir una idea con una exposición para armar y que pueden entender como se maneja el espacio en las exposiciones y cómo se idean esos proyectos a partir de la representación de un espacio”.

Con este taller los niños aprenderán a ver el museo y lo que hay en este de otra manera. Foto: Cortesía | Centro Cultural Villahermosa

Pese a que la entrevista fue vía whatsApp, nunca se sintió esa distancia y frialdad que puede quitarle el aspecto tecnológico a una conversación y poco a poco con su expertiz fue construyendo un mundo de sensaciones, y mostró otra forma de ver al museo y las exposiciones, y que es, en cierta forma, un adelanto de lo que vivirán los pequeños en el curso.

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“Entonces por un lado qué hace un museógrafo y por otro lado cuáles son los elementos con los que trabaja para hacer exposiciones y el taller dura cinco días, la idea es que de alguna forma se alimenten como esas nociones que ahí se les van revelando”, a partir de ese razonamiento, fue exponiendo qué es el museo como espacio físico y sensorial.

Carlos Pellicer un elemento importante en el curso

“Realizaremos la visita a la exposición Amistad y Memoria del distinguido tabasqueño Carlos Pellicer, obra que fue gestionada, sobre todo de las amistades que de arqueólogos tuvo, fue una colección que formó en toda su vida, a partir de esos afectos que formó en toda su vida, era una persona muy querida. Entonces llega esta exposición del Museo Nacional de Arte al Centro Cultural Villahermosa, tiene obras fantásticas. Parte de la idea es que los niños puedan apreciar desde otra perspectiva justamente el valor de estas obras, desde un punto de vista de este profesional”.

El mensaje estaba más que claro, a partir de un personaje importante en el Tabasco contemporáneo, como es Carlos Pellicer Cámara, los menores de edad aprenderán lo que es la Museografía. Pero los que estén interesados deberán apresurarse porque el cupo es para 25 niños y quizá se pueda ampliar a 30, no más.

Primera vez que se imparte este curso

“Este curso es la primera vez que se hace, ya había hecho un taller similar, sólo fue de tres horas, en una feria de museos que se hizo en 2013 en el monumento a La Revolución en la Ciudad de México, entonces de ahí me surgió la idea que se pudiera extender a un curso más amplio (el tallercito). En esa ocasión de 3 a 4 horas durante la feria de museos consistió en hacer como la práctica del armado, pero faltaba como tiempo para hacer la explicación y exploración del espacio. Este taller se va a dar ahora en el Centro Cultural Villahermosa, tiene más horas y más aspecto de cómo se distribuye el espacio, cómo tiene un concepto museográfico; esta tarea del museógrafo de entender las piezas de entender el sentido de la exposición.

“Me interesa mucho que los niños conozcan que las exposiciones surgen por un trabajo de diferentes especialistas, uno de ellos es el museógrafo y que las exposiciones se pueden enriquecer, se gestionan, se organizan, se diseñan por un grupo de expertos, especialistas que hacen que nosotros entremos a esa sala de exposición y entendamos y veamos historias fascinantes, ese es el objetivo del curso, y es la primera vez que se va a dar con esta extensión, con temas específicos sobre las exposiciones”.

El museo como un espacio sensorial: cuestión de capacidad

Al preguntarle qué recomendaría al ir a un museo, en su respuesta iba implica la cuestión sensorial: “Yo recomendaría que no solamente vean, cuando una persona entre a una exposición que una persona piense que va a ocupar todo su cuerpo, porque generalmente acudimos a las exposiciones para verlas y transitarlas, entonces también como un tema de capacitismo, hay personas que tienen la capacidad de ver y de transitar un espacio.

“En cambio si pensamos que la exposición es para sentirse, claro, la exposición es visual, pero también hay sensaciones de los espacios, qué tan alto es el lugar donde entre, los colores me dicen cosas, pero también si hace frío, si hace calor, si me siento chiquita, me siento apretada, como tratar de ocupar todo el cuerpo, imaginar qué es lo que me está contando, pensar que las exposiciones son historias que se cuentan a través de los espacios y por medio de los objetos. Entonces, esta exposición de Carlos Pellicer cuenta una historia muy linda, de mucho amor hacia un personaje muy distinguido de Tabasco, todo lo que me regalaron y todo lo que inspiró, es una historia muy linda”.

El museo, un espacio para transitar y vincularse

A su discurso (el de una experta), agregó que el museo no sólo es para educar, va más allá, es una experiencia para vincularnos por medio de historias: “Desde una perspectiva muy tradicional creemos que el museo se debería enfocar en educar a los niños, a los jóvenes, a la gente, pero en realidad esa visión es superada, funciona para educación más formal, pero a partir de impresionarnos, de impresionar nuestros sentidos, nuestras propias historias, como nos vinculamos los seres humanos que se encuentran ahí en las exposiciones, como nos sentimos atraídos por las historias que se cuentan y si esas historias nos remiten a otras historias, entonces se hacen vínculos, entonces ahí en el museo puede vivir una experiencia muy bonita, y eso es de lo que se trata, no solamente de aprender, sino deleitarse con los que ves y que las personas podamos transitar por un lugar donde estemos bien, tengamos bienestar, donde nos sintamos seguras, donde sintamos que estamos aprendiendo cosas, que nos son útiles.

Su formación

“Yo estudié Diseño Industrial y cuando salí de la carrera conocí la especialidad de Museografía que se da en la Escuela Nacional de Conservación y Exploración de Museografía, es una de las tres escuela del Instituto Nacional de Antropología e Historia, salí en 1995 y después tuve la suerte de trabajar en el mundo de los museos, y poco a poco me fui habituando a los proyectos.

“Ya tenía la formación académica, pero necesitaba la experiencia y desde entonces he trabajo en diferentes museos. Trabajé 15 años en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo y ahora trabajo en el Instituto de Antropología, pero en la Escuela de Nacional de Conservación y Exploración de Museografía”.

En Tabasco hay mucha cultura

Sobre la cuestión cultural, Énoe, mencionó que en el estado las personas están orgullosas de sus raíces: “El estado tiene muchísima cultura, produce cultura, cuida su cultura, las personas están orgullosas de los que han heredado, de sus antepasados, lo que son y como viven sus tradiciones, creo que esa parte de la cultura es maravillosa y yo pienso que se vive en todos los espacios, no necesariamente en los museos, porque a veces pensamos que vamos a ver la cultura a los museos, pero en realidad, la cultura está en nosotros, en lo que comemos, en cómo pensamos, cómo respetamos a nuestros abuelos, a nuestros mayores.

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Finalmente, da una recomendación al visitar los museos, tanto a menores de edad como a adultos: “Le recomendaría a los niños que, cuando vayan a un museo que piensen en descubrir algo que puede estar ahí, y que si prestamos atención a ese objeto, ese espacio o esos textos que están en las exposiciones, nos pueden contar historias muy interesantes, entonces los niños que estén atentos, alertas, quienes montaron esa exposición nos quieren contar cosas padres que aprender y que nos puedan interesar en descubrir un mundo que no conocemos y a los adultos que cuando vayan a las exposiciones, a los niños los dejen transitar por donde ellos quieran, acercarse a lo que les interesa”.