Una lugar que es parte de la Nostalgia Tabasqueña es La Casa de Santa en Villahermosa, que se ubicó en el número 319 de la Avenida Sandino, a unos metros de Quintín Araúz. Este lugar fue punto de reunión de chicos grandes durante la época decembrina en la década de los noventa y principio del milenio.
La casa era propiedad de la familia Demonte Manzano, indica el sitio De Tabasco Soy, además don Luis, la cabeza de la familia, era un ingeniero muy conocido.
Sobre la familia la fuente consultada indica lo siguiente: “Tenía su negocio “Servicio Técnico de Comunicaciones” en la Avenida Niños Héroes donde él personalmente, con su esposa, Magda Manzano atendían. El matrimonio tuvo tres hijos Iv, Marco Antonio y Luis Porfirio Demonte Manzano”.
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De igual manera, en el texto se indica: “la casa estaba sobre una parte alta y la parte derecha era un largo espacio amplio que se ocupaba para estacionar autos y llegaba hasta el fondo de la casa”. Asimismo, como la casa era de dos plantas había que subir una escalera, “que tenia como descanso un frondoso guayacán”.
Comienza a ser decorada
La familia Demonte Manzano comenzó a decorar la casa con motivos navideños desde que se mudaron a la propiedad, en 1993. Poco a poco la decoración se extendió hasta el jardín y la escalera, entre los elementos que se fueron incorporando destacan un Santa Claus con su trineo.
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De Tabasco Soy señala que don Luis y doña Magda viajaban con frecuencia, acostumbrando a su regreso traer novedades, una de estas llamó la atención por su tamaño, al respecto, la página web precisa: “Algunos creyeron era un ataúd, trajeron un Santa Claus electrónico tamaño natural”.
Al notar los transeúntes el decorado de la casa, comenzaron a pararse frente a la propiedad para contemplar las figuras y las luces. Fue entonces, que doña Magda decide abrir las puertas de su hogar para que la gente admirara los adornos.
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Las luces se encendían el 22 de noviembre
“Las luces de la casa se prendían el 22 de noviembre y se apagaban el 7 de enero; las puertas al público se abrían a las 6 de la tarde y se cerraban a las 11 de la noche. La gente entraba a tomarse fotos y pasear por el lugar. Don Luis colocó bocinas alrededor y la música navideña inundaba el lugar creando un maravilloso ambiente festivo para chicos y grandes”.
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De esta manera, La Casa de Santa fue visitada por miles de personas hasta el 2002, año en que la familia tuvo que vender su casa para mudarse a Mérida, Yucatán. “No existen palabras para expresar el agradecimiento por dar todo que ellos tenían de sí, gente ajena, gente extraña, por el simple gusto de dar, de alimentar sueños y llevar esperanzas”, manifiesta De Tabasco Soy