Las unidades de compañías de transporte en Villahermosa circulan sobre los que unos camiones coloridos iban y venían con pasajeros en las décadas de los 80 y 90. El nombre de la empresa era Sistema de Autotransporte y Enlace de Tabasco (SAETA), por lo que El Heraldo de Tabasco te da a conocer su historia, la cual es ya parte de la Nostalgia Tabasqueña.

De acuerdo con el documento El Transporte Urbano de Villahermosa, Tabasco, escrito por Jorge Manuel González Pérez, transportista, la compañía inició el 4 de julio de 1983 (durante el sexenio del entonces gobernador Enrique González Pedero), la cual estaba bien organizada con instalaciones adecuadas en lo que se refiere a oficinas, talleres y corralón para el trabajo interno. Además, con paraderos apropiados y casetas con equipo de comunicación por radio.

Al continuar, el texto consigna que también tenía camionetas para auxilio mecánico y servicio de grúa para las emergencias mayores. En general, se contaba con todo lo necesario para un buen servicio.

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Cabe señalar que, hasta ese momento, en Villahermosa no había un sistema de transporte adecuado, siendo SAETA un esfuerzo por darle al pajero un servicio de calidad. Al respecto, la fuente consultada indica que por esta razón a la empresa le correspondió aceptar los incrementos a las tarifas que se realizaron, mientras que el usuario estuvo consciente que solo pagando lo justo por su boleto podría estar en condiciones de exigir un mejor servicio.

¿Qué problemas tuvo SAETA?

Pese a que la empresa contaba con el apoyo del gobierno estatal, el servicio urbano en la década de los 80 en Villahermosa no era el mejor, por la falta de unidades.

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“Las personas que se encuentran en el mando desconocen totalmente los problemas comunes de la actividad del transporte urbano”, se puede leer en un parte del documento consultado.

A los problemas, se unió la negativa de aumento de sueldo a los choferes que derivó en saqueo a SAETA, sobre el asunto, se indica: “Al solicitar un aumento de sueldo justo, no obtuvieron respuesta y se fueron sobre parte del dinero de los boletos hasta llegar al saqueo verdaderamente alarmante, a pesar de que causaban baja a los que sorprendían infraganti”.

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El despido de conductores obligó a contratar a otros que por su falta de experiencia los tuvieron que capacitar, “convirtiéndose SAETA en una escuela de conductores”.

¿Cuál es el legado que dejó SAETA?

Ante la situación que atravesaba el sistema de transporte, se implantó el sistema de arrendamiento de las unidades, lo que afectó a trabajadores del volante, unidades y pasajeros. Ahora el conductor para salir con buenas utilidades tenía que trabajar los camiones sin importarle las condiciones mecánicas de las mismas, lo que dio como consecuente la falta de este tipo de vehículos porque se encontraban constantemente fuera de servicio en los talleres.

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Finalmente, en marzo de 1992 se dio por finiquitada la empresa por los altos costos de inversión que se necesitaban para poder seguir renovando equipo en SAETA. Tras la quiebra de la empresa surgieron nuevas uniones de transportistas, como ARVIT, SETRATAB, UTPCAM, UTUCC y Vicocertra, que con minibuses, primero, y después combis y Van, se encargaron de las rutas que había dejado el sistema de transporte.