Un episodio violento y trágico en Tabasco, provocado por una turba que incendió diversos edificios, sucedió en el Puerto de Frontera, Centla, en 1955, durante el gobierno estatal de Manuel Bartlett Bautista, padre del actual titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz. Del hecho, Landy García Aguilar Palafox, consigna en su libro ‘Reseña de Tabasco’ la tensa situación que se vivió en esos días.
El descontento de los tabasqueños contra el gobierno de Bartlett Bautista era generalizado, debido al alza de la gasolina y el pasaje, lo que provocó que estudiantes del Instituto Juárez quemaran la Cooperativo de Transportes; la revuelta en Villahermosa hizo que elementos del Ejército salieran de los municipios a la capital del estado.
La situación creció de tono cuando soldados dispararon a un grupo de manifestantes en el parque Juárez, muriendo un estudiante. Tras la muerte del muchacho se desató el caos, al respecto en la obra consultada reza lo siguiente: “En una manifestación en el parque Juárez, el ejército disparó y mató a un estudiante, lo que provocó saqueos, robos al Banco de Tabasco, incendios y un ataque a la comitiva del gobernador. El 18 de marzo, Bartlett trata de hablar con el presidente Adolfo Ruiz Cortines, pero la llamada se corta”.
Te puede interesar: Estudio 8, vida nocturna al ritmo de la música disco en Villahermosa
19 de marzo, inicio de la tragedia en Frontera
Los hechos anteriores eran apenas el inicio de una serie de eventos que terminarían con infraestructura consumida por las llamas y que significarían pérdidas económicas para familias. A continuación, lo que Landy García consigna en su libro:
“Gente del mercado descontenta con el presidente municipal de Centla, Julián Jaume Magaña, por causa de un impuesto que les había aplicado, encontraron la excusa perfecta para manifestarse contra el alza del pasaje. El 19 de marzo se corrió la noticia que en el vapor El Carmen llegaría al puerto de las cuatro esquinas, con estudiantes de la capital para apoyar a sus compañeros del puerto y hacer una manifestación. Los estudiantes recogieron a habitantes de las comunidades y ya borrachos desembarcaron en el muelle fiscal, con la finalidad de incendiar y saquear”.
Al encontrarse concentradas las fuerzas militares en Villahermosa, Frontera solo quedó al resguardo de la policía municipal y un coronel de apellido Villegas, al frente del destacamento, “que no pudo hacer nada contra los alborotadores”, señala el texto, y agrega que los manifestantes que se dirigían al palacio municipal lo terminaron golpeando.
Lee más: Nostalgia Tabasqueña: SAETA dejó un legado en el transporte de Villahermosa
“Don Nacho de la Cruz, expresidente municipal, trató de persuadir al grupo de detenerse pero fue imposible, la turba se abalanzó sobre el palacio, tomaron las llaves de la cárcel y dejaron en libertad a los reos, quienes se dieron a la fuga aprovechando la oportunidad”.
La turba incendia edificios y saquea comercios
Las líneas anteriores muestran la gravedad de los hechos, los cuales estaban lejos de terminar, ya que la “turba” encontró gasolina en una pequeña bodega y prendieron fuego al edificio, quemando todos los archivos que ahí se encontraban.
En ese momento, “el presidente municipal Jaume Magaña se encontraba con su secretario en la parte trasera del mismo, se escondió en un tanque de agua en el techo y pudo huir sin ser visto para esconderse en su rancho.
Sigue leyendo: Conoce cuáles son las colonias emblemáticas de Villahermosa
“Los revoltosos asaltaron las tiendas comerciales empezando con la de don Julián Jaume Magaña, llevándose cartones de cerveza, herramientas, etc., vaciándola en su totalidad.
“También fueron saqueados y robados múltiples comercios de personas que de la noche a la mañana perdieron sus ahorros”.
El botín es llevado al parque principal
Todo el botín obtenido por parte de los inconformes fue colocado en el parque principal, mientras Frontera era iluminada por las grandes antorchas en que se convirtieron las casas y establecimientos incendiados. El desorden continuaba con los “revoltosos” bebiendo, algunos hasta caer, y personas tratando de huir con lo poco que pudieron salvar, entre los que intentaban escapar estaban los propietarios de barcos camaroneros que se encontraban en el puerto y eran del estado de Campeche, quienes cargaron con lo que pudieron, llenaron sus bodegas y de inmediato alzaron ancla y se volvieron a su lugar de origen.
Un día después del saqueo en Frontera
El 20 de marzo de 1955 llegó el Ejército, pero fue tarde, “ya el mal estaba hecho”
Pese a lo ocurrido, sólo hubo una demanda: “Doña Manuela Aguilar de Mora fue la única en poner su demanda contra los amotinados, antes de irse en avioneta a Veracruz. Uno de sus nietos pequeños, el hermano menor del que sería posteriormente reconocido pintor Ricardo García Mora, murió debido a complicaciones, ya que se encontraba enfermo con temperatura y su mamá tuvo que exponerlo a la intemperie al huir del fuego, cuando la turba incendió su casa”.
Sobre el destino de los que participaron en los hechos violentos, los militares los detuvo y los trasladó a Villahermosa, donde algunos fueron juzgados y otros quedaron en libertad.
Únete a nuestro canal de WhatsApp y mantente al tanto de las noticias en Tabasco y el mundo
“Este hecho está grabado como uno de los más desagradables y lamentables del puerto por los frontereños. Además del dinero y alhajas robadas, se perdió gran parte de los documentos y archivos históricos, como actas de nacimientos, títulos de propiedad, actas de matrimonio que el fuego consumió, pues el registro civil fue afectado por el incendio.
Muchas familias conocidas del puerto abandonaron para siempre Frontera decepcionados por el vandalismo y sin perdonar esos actos.
La administración municipal del presidente Julián Jaume Magaña y del gobernador del estado Manuel Bartlett Bautista cayeron, quedando Frontera a cargo de un comité administrativo en manos de don Darvelio Asmitia Hernández, mientras se convocaba a elecciones constitucionales”, concluye el documento.
Con información de Landy Aguilar