"Cineasta y fotógrafo, Carlos Saura “conmocionó” al cine y la cultura de España tras su muerte, según reportó la agencia EFE, que recoge reacciones como la de la Academia de Cine, que lamentó la muerte “de uno de los directores fundamentales de la historia del cine español por películas como La caza, La prima Angélica, Cría cuervos y Carmen“.
“Estamos muy afectados, sabíamos que su estado de salud se había deteriorado en los últimos días, pero no esperábamos que esto fuera a ocurrir”, declaró a la prensa española Fernando Méndez-Leite, presidente de la Academia española y amigo del realizador. La organización, que realizará este sábado la gala de los Goya, sus premios a la cinematografía, otorgaría el galardón honorífico a Carlos Saura.
“Saura fue uno de los directores que hicieron una crónica certera y en ocasiones aguda de la España post franquista, aunque su carrera y prestigio como cineasta llega incluso un poco antes”, advierte en entrevista el crítico de esta casa editorial, Gerardo Gil Ballesteros.
En redes sociales se manifestaron personalidades como el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que lamentó la muerte de quien consideró “figura fundamental de la cultura española, que es y siempre será patrimonio de nuestra historia”, organizaciones como el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música, que lo definió como un visionario, que dignificó el flamenco, o el actor Antonio Banderas, quien apuntó: “Con Saura muere una parte importantísima de la historia del cine español”. Su obra, consideró el protagonista de la cinta ¡Dispara!, dirigida por Saura en 1993, es “indispensable para la reflexión profunda sobre los comportamientos del ser humano”.
Su cine como radiografía
Para Gerardo Gil Ballesteros, cintas como Ana y los lobos, Mamá cumple cien años, “y sobre todo Cría cuervos, hacen una fina radiografía de la sociedad española. Carlos Saura es un director que tuvo la capacidad de estar actualizado en los diferentes momentos sociales que se vivían”.
Golpeado en su infancia por la Guerra Civil, como realizador le tocó padecer las secuelas del franquismo, que supo librar incorporando en sus películas símbolos y alegorías que escaparon a la censura. “Saura fue un artista interesado por la inteligencia del público. Siempre respetó la sensibilidad del espectador”, agrega Gil Ballesteros.
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“Sus inquietudes abarcaron también analizar la vida dentro de los escenarios, la prueba son sus películas Salomé, y Ojos vendados y El Rey de todo el mundo, en la que actúan Ana de la Reguera, Damián Alcázar y el bailarín Isaac Hernández, por mencionar tres que abordan el tema”, abunda el crítico, quien también reconoce que en México, el realizador tuvo una mala experiencia con Antonieta de 1982, su filme sobre Antonieta Rivas Mercado.
“Una pérdida enorme porque el maestro seguía activo”, finaliza.
Antonio Saura, hijo del realizador, aseguró a la agencia EFE que su padre era “un cineasta descomunal que lo exploró todo y hasta el último momento”. Hoy, Antonio recogerá el galardón honorífico en la entrega de los premios Goya, otorgado a quien estrenó hace unos días el documental Las paredes hablan, sobre la creación artística. Con información de EFE