También conocida como la danza de la pesca de la sardina ciega, es originaria de Villa Luz en Tapijulapa, ubicado en el municipio de Tacotalpa y se desarrolla durante la cuaresma, con jóvenes sosteniendo una canasto lleno de flores y una vela amarrada. Este ritual es de carácter social, mestizo y festivo, lo que se busca es representar en esta actividad una ofrenda, en la que participan "el viejo" o mayordomo y los pescadores.
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¿En qué consiste este ritual?
Cuando el "mayordomo" así lo ordena, comienza la ceremonia del pedimento de la sardina, la flauta toca una música lánguida que da pie y entrada a los danzantes que son guiados por un anciano o "mayordomo", el cual se coloca al centro del círculo que llegan a formar los danzantes.
Posteriormente, éstos se sientan cuando él se hinca y pide en lengua la pesca al abuelo de la cueva, después del pedimento, se ejecuta la danza y los danzantes la finalizan al llegar a la entrada de la cueva y tirar la ofrenda de flores que traen en el canasto. Después entran en la cueva bajando hasta los vertientes de agua de azufre formados dentro de la cueva y suben hasta la cuenca para tirar la cueza que dormirá a los peces, los cuales bajarán aletargados, y serán presa fácil de cualquiera que tenga canasto.
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¿De donde se remonta?
Es una tradición que se remonta a la época prehispánica y era practicada por los integrantes de la etnia Zoque y se presume que formaba parte del culto dedicado a Chac, Dios de la Lluvia. Aunque no tiene fecha definida, es celebrada en el marco de las festividades de la Semana Mayor y tiene como fin pescar una sardina conocida como Botín que en lengua Maya significa "pequeña y que mora en el arroyo sulfuroso que nace al interior de la cueva".
¿Qué es el barbasco?
Esta mezcla se prepara a las orillas del río Oxolotán, mediante el raspado de un tubérculo llamado cueza, donde los danzantes que participarán en el ritual muelen el tubérculo en las piedras volcánicas que se encuentran a la orilla del río con aguas sulfurosas. A la mezcla se le agrega un poco de cal y se amasa ligeramente para posteriormente ponerlo en unos vasos realizados a base de hojas de plátano, los cuales se reparten a cada danzante, quienes se dirigen hacía la cueva.