Pantanos de Centla, descubre la Ruta del Agua en Tabasco

Uno de los tours que no te puedes perder cuando llegues a Tabasco es visitar sus hermosos Pantanos, una serie de esteros que forman parte de la “ruta del agua” y es uno de los atractivos turísticos más solicitados por los viajeros.

Pasar las vacaciones admirando pantanos, quizá suene diferente, pero existen varias razones para que anotes este lugar en tu lista de viajes por hacer.

 

Descubrirás que es un paseo distinto tanto para niños, adultos y personas de la tercera edad, todos estarán encantados navegando a toda velocidad por los ríos, descubriendo comunidades escondidas, fotografiando animales y respirando aire puro.

Los Pantanos de Centla se localizan a 45 kilómetros desde Villahermosa. A lo largo del camino es muy fácil encontrar decenas de lagunas y ríos majestuosos, no nos referimos a pequeños riachuelos, sino a verdaderos cuerpos de agua que difícilmente podrás encontrar en algún otro estado del país.

Son tantos que después de tiempo se te hará normal mirar las nubes y el sol reflejados sobre la superficie del agua. Debes saber que no se trata de un río ni tampoco una gran extensión de tierra, es la combinación de ambos que crea un hábitat híbrido de hasta 3 metros de profundidad.

 

Este ecosistema protegido ha sido catalogado como el “Humedal más grande de Norteamérica” y se considera dentro de los 15 más importantes del mundo! Dentro de las reservas naturales son considerados de gran importancia.

Uno de los embarcaderos desde donde puedes partir para explorar esta zona llena de vida es “Tabasquillo”. El recorrido tiene una duración de hora y media durante la cual no dejarás de maravillarte de la gran diversidad biológica.

 

Más que árboles

En el camino podrás admirar cómo los árboles parecieran querer arrojarse al agua, sus ramas luchan por alcanzar la corriente y recibir los rayos del sol. Además de la hoja de pantano y el lirio acuático.

El Maculis es un árbol cuya madera es utilizada por los locales para hacer muebles y artesanías; dicen que su cascara sirve como medicina para controlar la diabetes. Por otro lado el “guano redondo” es una palma de la que se fabrican bolsas de mano, carteras y monederos.

 

El guía te explicará cómo las plantas y árboles son usados de una u otra forma, ya sea para comer, para curarse o hasta para comprar otros objetos.

Por otro lado, debes saber que existen cuatro tipos árbol de mangle en la zona: el blanco, el rojo, botoncillo y el prieto. Algunos de ellos son altísimos, sus raíces se encuentran al exterior ya que al haber tanta humedad no necesitan expandirse por el subsuelo, todo los nutrientes necesarios se encuentra en la superficie.

En cierto punto del recorrido se unen tres de los más importantes ríos del país, es un lugar espectacular que impone por el impulso con que se encuentran las aguas y producen uno que otro remolino acuático.

 

Estos ríos son: el río Usumacinta que sirve de frontera entre Guatemala y México; el río Grijalva proveniente Chiapas; y el río San Pedro el más modesto de todos, pero que arrastra nutrientes y abono para convertir estas tierras en las más fértiles del sureste.

Adentrarse en los manglares es toda una experiencia, un mundo apartado y silencioso parece no pertenecer a este mundo, por lo que te hará sentir como todo un explorador.

 

Vida animal

En sus 2,733 hectáreas existen numerosas especies de animales. Ponte vivo porque en una de esas salen a la luz un par de culebras, un solitario cocodrilo o unas veloces nutrias.

Sin embargo, las estrellas de este paraíso son las tortugas. Si creías que su hogar solo era el mar, pues prepárate para maravillarte porque los pantanos son hogar de diferentes variedades como la jicotea, taíman, guau, tortuga blanca, chiquiguau (si, ese es su nombre) y pochitoque.

 

De regreso al embarcadero podrás degustar una de las delicias de la gastronomía local: El pejelagarto. Si no te crees tan valiente como para comerlo mientras observas su cabeza prehistórica, entonces ordena unas empandas de este famoso pescado. No olvides pedir un vaso de pozol, bebida prehispánica hecha a base de maíz, ¡Muy refrescante!

 

Los Pantanos de Centla no son un lugar lodoso, por el contrario, es un paraíso lleno de atractivos que bien vale la pena conocer. Por algo dicen por ahí que ¡Tabasco es un edén!

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