Las grutas de Coconá son una maravilla natural en el municipio de Teapa, Tabasco, reconocidas en el país y que para el visitante son una experiencia única; su riqueza en paisajes naturales, como son las formaciones rocosas, ha sido informado en distintas páginas web. En las cuales se basó el presente escrito, no siendo estas las únicas fuentes que hay en el internet.
Este espacio natural (por llamarle de alguna manera) fue descubierto en 1876 y explorado por primera vez en 1892, indica la página escapadas.mexicodesconido.com.mx, en el artículo: ‘Grutas de Coconá, un universo subterráneo en Tabasco’, agrega que es un lugar perfecto para la familia. Precisa que está a 50 minutos del Pueblo Mágico de Tapijulapa.
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De manera que el turista podrá conocer un entramado de veredas y una comunidad única. La fuente aquí citada defina a las cuevas como “un espacio singular”, a lo que añade: “Antes de llegar tendrás que pasar por un camino de paisaje completamente verdes”, y califica la ruta como “un recorrido mágico”, con lo que el lector se dará cuenta de la belleza del lugar.
¿Cómo fueron descubiertas las grutas de Coconá?
Pasando de los calificativos que si buscamos en el ciberespacio, serían interminables seguramente, su ubicación como se mencionó antes está a una hora de Tapijulapa, lo que son 36 kilómetros, además se encuentra a 3 del noroeste de Teapa, señala la página programadestinosmexico.com, en el texto: ‘Grutas de Coconá’ (cómo más se podría titular), y entre las actividades que se pueden practicar están la espeleología, observación de la flora y fauna y el senderismo. Y sus instalaciones se encuentran abiertas al público de lunes a domingo de 9:00 a 17:00 horas.
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Al estilo de una novela de misterio fue el descubrimiento del lugar en cuestión, y del que menciona el sitio: mexicodesconocido.com.mx en el texto: ‘Las grutas de Coconá: esplendor bajo tierra’. La historia situada en 1876 menciona a tres protagonistas: los hermanos Rómulo y Laureano Calzada de Casanova y su perro. Los tres andaban de cacería. Todo comienza con ellos corriendo entre la maleza, a la distancia se escucha el ladrillo del animal, suponen que cayó alguna presa.
Los consanguíneos se apresuran, los ladridos continúan, y al llegar al lugar donde se encontraba el can surge ante sus ojos una inmensa cueva, en ese momento acaba de ser descubierto el espacio que más adelante se convertirá en un lugar muy visitado, para ellos es un lugar hermoso e imponente, pero no tienen idea de la riqueza natural que hay en su interior.
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Después, el 20 de julio de 1892, el científico y naturalista tabasqueño José Narciso Rovirosa Andrade organizó una expedición con alumnos del Instituto Juárez; durante cuatro horas recorrieron la zona, llegaron a determinar que la cavidad tenía una extensión de 492 metros, divididas en ocho salas.
¿Qué formaciones encontrarás en las rocas de Coconá?
Las caprichosas formas dejan impresionados a los exploradores, pareciera que alguien las esculpió en la roca. Les ponen los nombres de Salón de los Fantasmas, Salón Manuel Villada, Salón Giesbreght, Salón Mariano Bárcena y Salón de las Palmas. Las siluetas juegan un poco con la imaginación, a las que identifican como el monje, la iguana, la muela del juicio, la familia de King Kong, entre otras, que llevan hasta unas estalagmitas que al entrar en contacto con las luces artificial y natural se ven más esplendorosas.
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Una de las formaciones impresionante es la ‘Catedral Sumergida’, donde hay una cascada con columna de piedra, asimismo, la roca se convierte en una boca de león, cabeza de gallina, marimba, sin olvidar a la roca llorona, todas ellas comparten espacio con otras más grandes como la calabaza. Quizá por la belleza del lugar, que parece cosa sobrenatural, los vacacionistas y lugareños a una pileta le han dado el nombre de la fuente de la juventud, porque a sus aguas cristalinas le atribuyen poderes rejuvenecedores.
¿Cuándo gestionaron la construcción de andadores en Coconá?
Sin embargo, algunas formaciones están rotas debido a los visitantes que acudieron durante la primera mitad del siglo XX, por esta razón, en 1967 el gobierno municipal y el poeta Carlos Pellicer Cámara gestionaron la construcción de andadores y electrificación bajo la caverna.
Pese a no ser tan grade el área, Coconá, en su interior, aparte de las formaciones rocosas, tiene un cenote de Peces Ciegos, el pozo se ve inundado unos 25 metros a la luz de los reflectores, pero su profundidad exacta es de 35, dato que sabemos por los espeleonautas.
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Cabe señalar que entre las tantas sorpresas que ha dado la zona, está el hallazgo de huesos de mamut, en 1979, dejando abierta la posibilidad de más misterios que aún guarda Coconá.