/ lunes 1 de julio de 2024

Tabasco político / ¿Peralta Fócil o López Obrador?

A lo mejor y cuando esté leyendo está columna política, ya conoce los nombres y apellidos de las mujeres y hombres que estarán trabajando, a partir del primero de octubre del presente año, con el gobernador electo, Javier May Rodríguez.

O todavía no, ya que, existen muchísimas posibilidades de que por uno u otro motivo la presentación del gabinete haya sufrido algún retraso, suele concurrentemente suceder, más en este tipo de eventos políticos.

La reunión estaba convocada para las 9:00 horas en conocido hotel de la capital tabasqueña.

Si ya ocurrió, pues ya conoce, el nombre completo no nada más del próximo secretario de Gobierno, sino de todos los colaboradores de mandatario electo.

Las apuestas estaban a favor de Juan José Peralta Fócil, cuando la lógica política indicaba que José Ramiro López Obrador, por ser carnal del mandamás del país y muy cercano al propio comalcalquense, debería estar encabezándolas.

Empero, la clase política estatal, que es al final de cuenta, la más interesada en conocer al nuevo encargado de la política interna, estaba claramente a favor de Peralta Fócil.

El argumento central del porqué éste debería ser el secretario de Gobierno consiste en que no solo está más preparado que el ex edil de Macuspana, sino que en contraste a “Pepín” podría ser un excelente puente con lo que queda de la oposición.

Yo creo que para May Rodríguez fue una decisión política muy compleja, sobre todo si escogió a Peralta Fócil, pero también resultaría un mensaje político positivo, constructivo y optimista. Y, no precisamente, porque haya sido adversario, si no porque demostraría a propios y extraños, que las decisiones más transcendentales las tomas él y nadie más.

Y no es que el nombramiento de López Obrador sea malo, pues fue de los primeros en jugársela con May Rodríguez y, políticamente, no es un advenedizo, pero sí daría mucho de qué hablar.

Creo que la designación de Peralta Fócil o de cualquier otro actor consumado en la secretaría de Gobierno, sería más redituable que inclinarse por el consanguíneo del Presidente de la República.

Esperamos que el que quede, esté a las alturas de las circunstancias y condiciones políticas y sociales de la actualidad. Y, sustancialmente, que políticamente haga su chamba sin fobias, sin filias de ningún tipo.

Sin rencores, sin venganzas, sin odios…

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

No sé quién será el nuevo titular de la SOTOP, pero quien resulte, está no nada más por ley, sino ética, moral y políticamente obligado a emprender una investigación a fondo, en contra de quienes dirigieron esta institución gubernamental en el gobierno de Adán Augusto López Hernández y Carlos Manuel Merino Campos.

Lo poco que hicieron lo hicieron terriblemente mal. Y sabe usted por qué, por pillos y sinvergüenzas.

Es un secreto a voces que uno de los testaferros de Gildardo Lanestosa, que sustituyó en la SOTOP a Luis Romeo Gurría, Francisco Mari Caraveo, subsecretario de Obras, se va cargado de lana.

No solo el distribuidor de la avenida Universidad es una cochinada que costó y sigue costando millones de pesos, ahora resulta que el de Guayabal también es otra puerqueza, ya se está hundiendo.

¡¡¡Hágame usted el rechingado favor!!!

De verdad, que no tienen un poquito de…

Y es que se confabularon, me dicen quienes saben de estos temas, con los dueños de las constructoras responsables y no cumplieron con las especificaciones de los proyectos de construcción.

Entre otras, cientos de anomalías, que se reflejan en las fallas evidentes de las pésimas obras en cuestión.

Lo cierto es que estos pillos de siete suelas, por ningún motivo, deben irse lisos.

Sin son realmente culpables, a la cárcel con todas y sus chivas.