Definitivamente en política hay que aprender a comer sapos, culebras, cucarachas, ratas... Sí, como en todo, hay excepciones, pero son excepciones.

Esto viene a colación, por la proverbial ambición, ruindad y mezquindad de los dirigentes nacionales del PAN y del PRI, si es que se les puede llamar así, Marcos Antonio Cortés Mendoza y Alejandro Moreno Cárdenas, respectivamente.

Uno y otro, junto con el inepto y codicioso perredista de Jesús Zambrano, son los principales artífices de la súper madriza que le pegaron en las urnas a la candidata presidencial, Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, quien hasta estrellitas vio. Y sigue viendo.

Literalmente, la llevaron al matadero.

Si bien es cierto, que no tenía posibilidades de ganar la contienda presidencial, por lo menos, se esperaba que presentara una pelea digna.

No que fuera vapuleada como vergonzosamente lo fue.

El famoso "Alito" y su par panista Cortés Mendoza, y por supuesto, Zambrano, ya deberían haber renunciado a sus cargos, pero como estos señores no tienen un poquitito de progenitora, continúan dando patadas de ahogado a lo pendejo, pues política y electoralmente, ya no tienen nada que hacer.

Y de paso, dejar a sus suplentes la titularidad de las dos senadurías que se agandalló el priísta y el blanquiazul. Pues a decir verdad, no se merecen absolutamente nada, aunque pensándolo bien, sí, se ganaron una chinga bien puesta, por ineficientes, ineficaces e incompetentes.

En serio, que está perniciosa terna debería ser lapidada, garroteada.

Quemados en leña verde y a fuego lento, como decía un gran amigo que desafortunadamente dejo de existir hace algunos años.

Alito, Cortés Mendoza y Zambrano son los protagonistas sustanciales de la colosal derrota que les colocó Morena y sus aliados en la pasada elección presidencial o, mejor dicho, Andrés Manuel López Obrador.

Los volvió a chingar como en el 2018, nada más que ahora, la chinga fue despiadada.

Ganó casi todo: presidencia, siete gubernaturas, incluida la Ciudad de México, Congreso de la Unión, alcaldías, cámaras de diputados locales, regidurías.

Lo que se dice, la mayoría de los cargos de elección popular que se disputaron el 2 de junio del presente mes.

Los borró prácticamente del mapa electoral mexicano.

"SQUOD SCRIPSI SCRIPSI"

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Y hablando de gandallas, no podemos dejar de mencionar que aquí, también hay polítiquillos gandallas, como son los casos de los dueños de las franquicias de MC, PT y PRD. Estamos hablando, ni más ni menos que de Pedro Palomeque Calzada, Martín Palacios Calderón y Javier Cabrera Sandoval.

Que sin ningún mérito van a hacer legisladores plurinominales.

O sea que durante los tres años siguientes no tendrán económicamente de que preocuparse.

Palomeque ya tiene experiencia legislativa, ya que, fue legislador priísta en los tiempos del gobernador Roberto Madrazo Pintado.

Eran los tiempos en qué defendía a capa y espada al ex poderoso PRI.

El caso es que sin merecerlo consiguieron curul.

Pues al igual que Alito y Cortés se sirvieron con la cuchara grande.

Mientras los que verdaderamente hacen la chamba partidista, siguen esperando algún milagro.

Ricki Arcos y Roberto Ocaño, ganadores de la contienda por las alcaldías de Tacotalpa y Nacajuca, no deben de poder conciliar el sueño, pues Morena está decidido a recuperar esas presidencias municipales que perdió en las urnas frente a MC y PT.

Después de todo, hay irregularidades electorales que pueden anular la elección en ambos municipios.

Mientras tanto, deben seguir pidiéndole a todos los Santos que no los desamparen.

Ya que, la moneda sigue en el aire, hasta que las autoridades electorales no den su veredicto final.