/ miércoles 7 de agosto de 2024

Tabasco político / En el fondo, desean que le vaya mal

Muchísimos, pero muchísimos son los actores políticos que en el fondo, incluyendo a los de su propio partido político, desean que le vaya mal al gobernador electo, Javier May Rodríguez, y no solo a él, sino a todos los que ganaron en la elección del pasado 2 de junio.

Esas declaraciones de sus adversarios de que ojalá y le vaya muy bien al dos veces ex edil de Comalcalco, porque a Tabasco, le iría mejor, son puras mentiras, falsedades, hipocresías, pues.

Gobernar a la entidad es difícil, complicado, complejo. Aquí han tronado hasta los políticos más preparados, como es el caso emblemático del sátrapa de Arturo Núñez Jiménez.

Que llego con las mejores cartas de presentación, y a la mera hora, resultó un rotundo fracasote. Por X o por Y, se ganó el título del peor mandatario tabasqueño.

Acabó con la mata y los mangos. Cuando salió dejo a un estado literalmente en bancarrota, quebrado. Si no está preso fue porque no se aplicó en estricto sentido el Estado de Derecho, no se hizo justicia, si no la historia fuera totalmente diferente.

Y como él hay varios ejemplos de ex gobernadores que no pudieron con el paquete o, mejor dicho, se dedicaron a enriquecerse de manera ilícita.

Javier May Rodríguez está consciente o, debe de estarlo, de que administrar la entidad de manera exitosa no es lo mismo que estar al frente de las secretarías de Bienestar y de FONATUR.

No hay comparación. Los problemas locales políticos, económicos, sociales, culturales, deportivos, ganaderos son más difíciles, enormes. Como los que hay en el campo, en infraestructura caminera, en seguridad pública, etcétera, etcétera.

\u0009Empero, si sabe aprovechar su magnífica relación con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y actúa con inteligencia, talento, astucia, paciencia, dedicación, mesura…, y sobre todo, con honradez, puede convertirse en el gobernador que todo el mundo está esperando.

\u0009Por el que votaron miles y miles de tabasqueños, y avecindados aquí, de lo contrario, pasará a la historia, como un titular del ejecutivo estatal, que pudo, que tuvo todo para lograrlo, pero que finalmente, fracaso, tal y como ocurrió con varios de su ex pares que los ganó la codicia, la ambición, la soberbia, la arrogancia, la ignorancia, la estupidez, la insensatez y la desfachatez.

Ojalá y no sea así, por el bien de Tabasco y de sus gobernados.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

A Jesús Alí de la Torre, se le pueden endilgar decenas de calificativos, improperios, algunos, a decir verdad, se los ha ganado a pulso, pero de que es un político eficaz y eficiente no está a discusión.

Lo ha demostrado con creces a nivel nacional y estatal.

Si el gobernador Javier May Rodríguez lo nombró subsecretario de la secretaría de gobierno, es porque está convencido de que en esa importantísima área va a ayudar a su jefe inmediato José Ramiro López Obrador.

Y eso de que es un oportunista y traidor, pues no es el único, ahí está el caso de quien será el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Jorge Bracamontes. Al caso, no estuvo en el PRI, PRD y ahora en Morena.

Así como él, hay cientos de actores políticos que van a ser funcionarios públicos que también se les puede acusar de traidores, chaqueteros, felones, malagradecidos…y no pasa absolutamente nada.

Y algunos se hicieron súper millonarios en el institucional.

Se la jugaron, ganaron y ahora tienen su recompensa, así de simple y sencillo.

Digo, “para que tanto brinco estando el suelo tan parejo”.

Está en todo su derecho de defenderse, pero de que el dirigentillo del Colegio de Ingenieros, Enrique Dagdug Contreras, resultó todo un pillo de siente suelas, es una realidad.

Y las pruebas de sus corruptelas son evidentes, manifiestas. Ni para adónde hacerse.

Son de esos casos, indefendibles.

Muchísimos, pero muchísimos son los actores políticos que en el fondo, incluyendo a los de su propio partido político, desean que le vaya mal al gobernador electo, Javier May Rodríguez, y no solo a él, sino a todos los que ganaron en la elección del pasado 2 de junio.

Esas declaraciones de sus adversarios de que ojalá y le vaya muy bien al dos veces ex edil de Comalcalco, porque a Tabasco, le iría mejor, son puras mentiras, falsedades, hipocresías, pues.

Gobernar a la entidad es difícil, complicado, complejo. Aquí han tronado hasta los políticos más preparados, como es el caso emblemático del sátrapa de Arturo Núñez Jiménez.

Que llego con las mejores cartas de presentación, y a la mera hora, resultó un rotundo fracasote. Por X o por Y, se ganó el título del peor mandatario tabasqueño.

Acabó con la mata y los mangos. Cuando salió dejo a un estado literalmente en bancarrota, quebrado. Si no está preso fue porque no se aplicó en estricto sentido el Estado de Derecho, no se hizo justicia, si no la historia fuera totalmente diferente.

Y como él hay varios ejemplos de ex gobernadores que no pudieron con el paquete o, mejor dicho, se dedicaron a enriquecerse de manera ilícita.

Javier May Rodríguez está consciente o, debe de estarlo, de que administrar la entidad de manera exitosa no es lo mismo que estar al frente de las secretarías de Bienestar y de FONATUR.

No hay comparación. Los problemas locales políticos, económicos, sociales, culturales, deportivos, ganaderos son más difíciles, enormes. Como los que hay en el campo, en infraestructura caminera, en seguridad pública, etcétera, etcétera.

\u0009Empero, si sabe aprovechar su magnífica relación con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y actúa con inteligencia, talento, astucia, paciencia, dedicación, mesura…, y sobre todo, con honradez, puede convertirse en el gobernador que todo el mundo está esperando.

\u0009Por el que votaron miles y miles de tabasqueños, y avecindados aquí, de lo contrario, pasará a la historia, como un titular del ejecutivo estatal, que pudo, que tuvo todo para lograrlo, pero que finalmente, fracaso, tal y como ocurrió con varios de su ex pares que los ganó la codicia, la ambición, la soberbia, la arrogancia, la ignorancia, la estupidez, la insensatez y la desfachatez.

Ojalá y no sea así, por el bien de Tabasco y de sus gobernados.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

A Jesús Alí de la Torre, se le pueden endilgar decenas de calificativos, improperios, algunos, a decir verdad, se los ha ganado a pulso, pero de que es un político eficaz y eficiente no está a discusión.

Lo ha demostrado con creces a nivel nacional y estatal.

Si el gobernador Javier May Rodríguez lo nombró subsecretario de la secretaría de gobierno, es porque está convencido de que en esa importantísima área va a ayudar a su jefe inmediato José Ramiro López Obrador.

Y eso de que es un oportunista y traidor, pues no es el único, ahí está el caso de quien será el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Jorge Bracamontes. Al caso, no estuvo en el PRI, PRD y ahora en Morena.

Así como él, hay cientos de actores políticos que van a ser funcionarios públicos que también se les puede acusar de traidores, chaqueteros, felones, malagradecidos…y no pasa absolutamente nada.

Y algunos se hicieron súper millonarios en el institucional.

Se la jugaron, ganaron y ahora tienen su recompensa, así de simple y sencillo.

Digo, “para que tanto brinco estando el suelo tan parejo”.

Está en todo su derecho de defenderse, pero de que el dirigentillo del Colegio de Ingenieros, Enrique Dagdug Contreras, resultó todo un pillo de siente suelas, es una realidad.

Y las pruebas de sus corruptelas son evidentes, manifiestas. Ni para adónde hacerse.

Son de esos casos, indefendibles.