/ viernes 15 de noviembre de 2024

Tabasco Político / "COMO JUAN POR SU CASA"

Si el ex gobernador Arturo Núñez Jiménez se pasea por todo el país , y en ocasiones hasta en el extranjero, es porque el ex presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador lo protegió, como a otros ex mandatarios estatales perredistas que dejaron a sus entidades no solo financieramente quebradas, sino endeudadas hasta el pescuezo.

Es la única explicación lógica y política del porqué no está preso. No nada más él, sino varios de los ex funcionarios que acabaron "con la quinta y los mangos", verbigracia, Rommel Cerna Leeder y Ángel Solís Carballo, ex titulares de Salud y de Educación, respectivamente. Sin dejar de mencionar, por supuesto, a la entonces poderosísima, Martha Lilia López Aguilera.

Con menos de lo que hizo el sátrapa y sinverguenza de Núñez Jiménez y pandilla en contra de los tabasqueños, y avecindados aquí, algunos ex servidores públicos se pasaron un buen tiempo tras las rejas.

Unos merecidamente, y otros por venganza política, como fue el caso del ex titular del Poder Ejecutivo tabasqueño, Andrés Rafael Granier Melo. El mismo que tiene demandado al ex fiscal Fernando Valenzuela Pernas y al ex presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Jorge Priego Solís, y que se pasó injustamente varios años presos en la ahora llamada Ciudad de México.

Detenido y encarcelado con la perversidad de Ñúnez Jiménez y con el respaldo y apoyo de Enrique Peña Nieto.

En cambio el pillo del ex secretario de Gobernación no lo han tocado ni con el pétalo de una flor.

Y mire usted, que hay motivos de sobra, para meterlo al bote. Dejo al estado de Tabasco, en compañía de sus testaferros, en bancarrota. Sin ningún peso, al grado tal, que el ahora líder del Senado, Adán Augusto López Hernández, tuvo que pedir que la Federación le adelantará una partida presupuestal de más de 3 mil millones de pesos, para pagarle a los burócratas y jubilados.

Sabía el tamaño del boquete que le había infligido a las arca pública estatal. Tan es así, que tres días antes de la toma de posesión López Hernández salió por piernas, o como bien dijo, hace algunos días su ex par, salió por la puerta de atrás, huyendo, como todos los cobardes.

Arturo Núñez Jiménez resultó a la postre, el peor gobernador que ha tenido Tabasco. Y se suponía que iba a ser el mejor por todas las cartas de presentación que tiene a nivel federal, empero, salió peor que la carabina de Ambrosio.

Un bueno para nada y un ladrón de poca monta.

"SQUOD SCRIPSI SCRIPSI"

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

No sé con certeza, como será el rejuego político en otras entidades del país, me imagino que es menos complicado que en nuestra tierra, porque aquí, se coce aparte.

Comento esto porque en esta latitud es muy difícil reunir consensos en torno a un político. Casi es imposible, sin embargo, Juan José Peralta Fócil, ha logrado reunir a su favor las opiniones no solo de la clase política choca, sino también la de la sociedad civil en

torno a que él, es el indicado para encabezar el Órgano Superior de Fiscalización (OSF).

No nada más por su vasta y reconocida experiencia en administración pública y jurídica, sino principalmente porque es un político probo, leal. Un actor a "carta cabal".

Hasta los más recalcitrantes adversarios del partido en el poder, lo ven con buenos ojos.


Coincido plenamente con quienes aseguran que si finalmente sale en la terna que el gobernador Javier May Rodríguez enviará al Congreso local, tendrá el apoyo de los 35 legisladores, incluyendo a los de la oposición.

Sin lugar a dudas, es el preciso para devolverle a esa posición de gran envergadura e importancia para los gobernados, el prestigio que alguna vez tuvo.

Y quién mejor que Juan José Peralta Fócil, para estar pendiente de que el presupuesto no se desvíe a otra parte, que no sea el destino para el que fue etiquetado.

Su llegada es inevitable. Cuestión de tiempo.

Si el ex gobernador Arturo Núñez Jiménez se pasea por todo el país , y en ocasiones hasta en el extranjero, es porque el ex presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador lo protegió, como a otros ex mandatarios estatales perredistas que dejaron a sus entidades no solo financieramente quebradas, sino endeudadas hasta el pescuezo.

Es la única explicación lógica y política del porqué no está preso. No nada más él, sino varios de los ex funcionarios que acabaron "con la quinta y los mangos", verbigracia, Rommel Cerna Leeder y Ángel Solís Carballo, ex titulares de Salud y de Educación, respectivamente. Sin dejar de mencionar, por supuesto, a la entonces poderosísima, Martha Lilia López Aguilera.

Con menos de lo que hizo el sátrapa y sinverguenza de Núñez Jiménez y pandilla en contra de los tabasqueños, y avecindados aquí, algunos ex servidores públicos se pasaron un buen tiempo tras las rejas.

Unos merecidamente, y otros por venganza política, como fue el caso del ex titular del Poder Ejecutivo tabasqueño, Andrés Rafael Granier Melo. El mismo que tiene demandado al ex fiscal Fernando Valenzuela Pernas y al ex presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Jorge Priego Solís, y que se pasó injustamente varios años presos en la ahora llamada Ciudad de México.

Detenido y encarcelado con la perversidad de Ñúnez Jiménez y con el respaldo y apoyo de Enrique Peña Nieto.

En cambio el pillo del ex secretario de Gobernación no lo han tocado ni con el pétalo de una flor.

Y mire usted, que hay motivos de sobra, para meterlo al bote. Dejo al estado de Tabasco, en compañía de sus testaferros, en bancarrota. Sin ningún peso, al grado tal, que el ahora líder del Senado, Adán Augusto López Hernández, tuvo que pedir que la Federación le adelantará una partida presupuestal de más de 3 mil millones de pesos, para pagarle a los burócratas y jubilados.

Sabía el tamaño del boquete que le había infligido a las arca pública estatal. Tan es así, que tres días antes de la toma de posesión López Hernández salió por piernas, o como bien dijo, hace algunos días su ex par, salió por la puerta de atrás, huyendo, como todos los cobardes.

Arturo Núñez Jiménez resultó a la postre, el peor gobernador que ha tenido Tabasco. Y se suponía que iba a ser el mejor por todas las cartas de presentación que tiene a nivel federal, empero, salió peor que la carabina de Ambrosio.

Un bueno para nada y un ladrón de poca monta.

"SQUOD SCRIPSI SCRIPSI"

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

No sé con certeza, como será el rejuego político en otras entidades del país, me imagino que es menos complicado que en nuestra tierra, porque aquí, se coce aparte.

Comento esto porque en esta latitud es muy difícil reunir consensos en torno a un político. Casi es imposible, sin embargo, Juan José Peralta Fócil, ha logrado reunir a su favor las opiniones no solo de la clase política choca, sino también la de la sociedad civil en

torno a que él, es el indicado para encabezar el Órgano Superior de Fiscalización (OSF).

No nada más por su vasta y reconocida experiencia en administración pública y jurídica, sino principalmente porque es un político probo, leal. Un actor a "carta cabal".

Hasta los más recalcitrantes adversarios del partido en el poder, lo ven con buenos ojos.


Coincido plenamente con quienes aseguran que si finalmente sale en la terna que el gobernador Javier May Rodríguez enviará al Congreso local, tendrá el apoyo de los 35 legisladores, incluyendo a los de la oposición.

Sin lugar a dudas, es el preciso para devolverle a esa posición de gran envergadura e importancia para los gobernados, el prestigio que alguna vez tuvo.

Y quién mejor que Juan José Peralta Fócil, para estar pendiente de que el presupuesto no se desvíe a otra parte, que no sea el destino para el que fue etiquetado.

Su llegada es inevitable. Cuestión de tiempo.