El pasado 29 de mayo las campañas políticas-electorales concluyeron a nivel nacional, y por ende local.

Pasado mañana, domingo para ser más precisos, se llevará a cabo la jornada electoral presidencial y estatal.

Millones de mexicanos saldrán a votar, o, mejor dicho, a sufragar no solo por el nuevo titular del Poder Ejecutivo Federal, sino también por nueve gobernadores, 300 diputados de mayoría relativa, más de 200 que entran por la vía plurinominal. En el Senado se elegirán a 64 parlamentarios y 32 por el principio de primera minoría y 32 de representación proporcional, haciendo un total de 128 senadores.

Aquí en el terruño, está en juego la gubernatura, 21 diputados de mayoría relativa y 14 que llegan por la vía plurinominal. Más 17 presidencias municipales.

Localmente se espera la afluencia en las urnas de más de un millón 700 mil lectores.

El domingo votará usted por el candidato de su preferencia. Por aquel que mejor lo haya convencido, por el que simpatice. Por el que más se haya acercado a sus expectativas políticas, económicas y sociales.

Lo importante es que vaya y cumpla con su obligación cívica. Como lo ha hecho en otros procesos electorales, y si es la primera vez, pues más a mi favor. El caso es que sin excusa, ni pretexto alguno: ¡¡falte!!

Para que así, en el corto, mediano o largo plazo, no le eche usted la culpa a nadie de si salieron puques, como muchas veces ha ocurrido.

Así que hágalo con toda la calma del mundo. Y si ya decidió su voto, como creo que lo ha hecho la mayoría de los electores, pues ya está, ahora concretícelo.

Recuerde, que el voto es libre y secreto.

No se deje comprar, ni intimidar, ni amedrentar, ni apantallar, ni nada que se le parezca, simple y sencillamente, ejerza a plenitud su derecho constitucional.

\u0009Si la chorrea, si se equivoca a la hora de votar, pues muy su bronca.

Por ello, la suma importancia de que sufrague de manera inteligente por la opción que usted crea que es la mejor.

Lo interesante, valioso y sustancial de esta jornada electoral que está a horas de celebrarse es que vote; de lo contrario, con qué calidad moral y ética podrá juzgar a las próximas autoridades federal y estatal en caso de que no cumplan con lo que prometieron en campaña.

Insisto, el peor error que usted puede cometer, es quedarse en casa, y no salir a votar.

Después de todo, solo le quita unos cuantos minutos, hacerlo en la casilla que por ley le toque.

No permita que la desidia, la flojera y el valemadrismo se impongan, y vote por quien crea que va a hacer un decoroso y digno papel, ya sea en el Congreso de la Unión, en el Congreso choco, en las alcaldías y por supuesto en la gubernatura.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)