/ martes 28 de mayo de 2024

Punto y Aparte | Terminan las campañas, inicia la batalla final

Este miércoles, finalizan las largas campañas electorales, nacionales, estatales y municipales. Estuvieron llenas de más dimes, diretes, diatribas y ditirambos; que, de propuestas con soluciones, para los problemas de los ciudadanos.

En un mundo, donde lo escandaloso, roba espacios a lo razonable y propositivo, los candidatos se dijeron de todo, fuese cierto o no. A veces, mentiras completas, y, en otras, sólo medias verdades, torcidas a su necesidad y ambición política.

Los ánimos permanecieron caldeados, aún entre correligionarios. Los dichos en las redes sociales y chats, muestran la polarización que existe en el ambiente político. Todo candidato tiene algún, pero, o, en su caso, está lleno de virtudes, a pesar de evidencia en contra.

Las largas pre-pre-campañas y las que siguieron, mantuvieron exacerbados los ánimos, a favor y en contra, pero también hastiaron al imaginario colectivo.

Pudieron más, las noticias falsas o tendenciosas, que algún que otra juiciosa propuesta. Así, se posicionaron y lograron visualizarse ante sus hipotéticos electores. Y, así cierran, echándose lodos, unos a otros, sin darle prioridad a la solución de reales problemas.

Incluso, llovieron las encuestas, usadas, más como herramientas propagandísticas, que como lo que son, visualizaciones instantáneas de supuestas proyecciones estadísticas.

Sin embargo, les alcanzaron los tiempos oficiales, y, por ende, debe pararse cualquier proselitismo o guerra sucia, incluyendo los ejercicios demoscópicos. Todo parece estar concluido y decidido.

Empero, está lejos de acabarse. Inicia el round decisivo: la batalla final. Mientras se acaban las escasas horas faltantes, arrecian las descalificaciones y una que otra declinación, hacia otra candidatura.

Entre este jueves y el día de la jornada electoral, habrá una guerra silenciosa y cuidada, entre los diversos estrategas políticos. No descansaran los cuartos de guerra.

Todos los partidos políticos, deberán cuidar que no les compren a los Representantes de Casillas, Representantes Generales, integrantes de las mesas de casillas, suplentes, y, hasta observadores electorales.

Todos desean tener gente de confianza en los puntos importantes de la elección. Ello incluye a integrantes de los órganos electorales, y, desde luego, a las propias estructuras electorales, quienes suelen venderse, si no llega a tiempo la remuneración prometida o, en su defecto, si la ambición les gana, y alguien les ofrece más.

A esas estructuras hay que mantenerlas, con la moral arriba, con los avituallamientos necesarios, para que cumplan sus tareas, y, sobre todo, para que no sean tentadas por los adversarios.

Es menester señalar, que algunas de ellas que iniciaron con ciertos institutos políticos, en esta fase ya lucen otra camiseta política; he incluso, ahora bajan, las lonas que ellos mismos pusieron al inicio de las campañas.

También, se cuida la llamada contención, que son aquellos compañeros de tal o cual partido, normalmente, con perfiles rudos, para defender estratégicas casillas y secciones electorales.

Incluso, como, prácticamente, todo se planea; en algunas casillas, se ordena que acudan, muy temprano, al menos cinco compañeros, para que, al ser los primeros en las filas, sean la lógica opción, para ser los sustitutos, en el supuesto que faltaran los titulares y/o suplentes de las mesas directivas de casillas.

Igualmente, hay que tener listos a “los movilizadores” y a los vehículos, con los que los primeros deberán hacer su trabajo. Ello incluye casas seguras cercas de las casillas. Para “trabajos extraordinarios”.

Hay que mantener contentos a los integrantes de las mesas de casillas, afines, con suficientes y oportunos, alimentos y agua. A veces, a los organizadores y los partidos políticos, se les olvida, que, también necesitan comer y beber.

Debe quedar claro, entonces, que los números percibidos el miércoles, día ultimo permitido para hacer campañas políticas, por más optimistas que parezcan para alguien; no deben mantenerlos confiados, porque, del dicho al hecho, hay buen trecho.

Todo, por muy planeado, ordenado, organizado, que esté, siempre estará en peligro, por inesperadas circunstancias e incluso, por los errores humanos. Siempre, hay que estar al acecho del mínimo yerro del adversario.

Desde luego, la ambición, el complot, y la traición, también permanecen latentes, para manifestarse, en cualquier oportunidad. En síntesis, la batalla final, está por darse.