/ sábado 10 de junio de 2023

Punto y Aparte | AMLO acelera la sucesión presidencial

Ni tiempo de saborear el icónico e histórico triunfo electoral en el Estado de México, dio el Presidente López Obrador, a sus correligionarios; ya que, inesperadamente, agitó la bandera, de última vuelta; en la carrera hacia la candidatura presidencial de Morena y aliados, a decidirse en las urnas, en el 2024.

El Primer Mandatario se reunió, en un restaurante del centro histórico, el pasado lunes 5, con morenistas destacados, incluyendo a los aspirantes mejor posicionados para alcanzar la candidatura vinotinto, del partido predominante en el país. A esa “pachanga” política, no fueron convidados los aliados del PVEM y el PT, aunque luego, los llamaron al “recalentado”.

El pretexto fue, supuestamente, para festejar el triunfo de la profesora Delfina en el Estado de México:

“Nos reunimos para felicitar a la maestra Delfina entre todos, estábamos muy contentos con ella presente y nos reunimos también para mantener la unidad que no haya divisiones, vamos muy bien estamos bien y de buenas”, dijo, en la mañana siguiente.

La verdad, hasta lo que se sabe, nadie creyó dicha versión, e incluso, en broma, alguien comentó, hasta tuvo que pagar ella su consumo. El tema predominante, en lo privado y en lo público, fue la sucesión.

Todo debe quedar determinado en plenas fiestas patrias. Existen muchos trascendidos y versiones de lo que se dijo en dicha cena. Definitivamente, ya no es noticia el Estado de México.

López Obrador, repetidamente, se ha ufanado: “No hay preferencia ni dados cargados en favor de nadie”. Además, reiteró que el mejor método de selección de candidato presidencial es la encuesta.

También presumió: “Lo más importante es que se acaba el “dedazo” (…) e iniciamos una etapa nueva. Yo no voy a designar a mi sucesor, va a ser el pueblo”.

“En el caso de Morena (se elige) con una encuesta porque así se establece en los estatutos y así se han resuelto las candidaturas para los gobiernos estatales, y bueno ahí están los resultados, no ha habido rupturas, muy pocas, y triunfos…”.

Todo ello, a pesar que el imaginario colectivo percibe que aún con la “legitimación” de las encuestas estatutarias, el control y decisión del proceso sucesorio, está y estará, en el cerebro y corazón, de un Presidente, que independientemente, de los indicadores macroeconómicos, mantiene una alta popularidad, y, resultados políticos-electorales, más que aceptables.

Sin embargo, el canciller Ebrard, pareció adelantarse a las posibles decisiones del Consejo Nacional de su Partido, al anunciar, el pasado martes, su renuncia al cargo, a partir del 12 de junio. Ello detonó especulaciones, trascendidos y otros avisos de dimisiones.

Aunque el Consejo referido, fue convocado, de manera extraordinaria, para este domingo, ya hay visos de algunos de los posibles resolutorios:

Supuestamente, los aspirantes de Morena a la candidatura presidencial, deberán renunciar a sus cargos, antes del 15 de junio. Empero, ya algunos, sin esperar al Consejo Nacional, lo hicieron y otros se apresuraron a anunciarlas.

También, permeó la idea de que todos las “corcholatas” involucradas, y que no logren la ansiada candidatura presidencial, alcanzarán, segundos y terceros lugares e inclusos reintegros políticos, de acuerdo a sus posicionamientos finales, ya sea en la Cámara Alta, en la Baja, o en el hipotético próximo gabinete del ganador.

Hay quienes sostienen que adrede, AMLO, adelantó, desde hace meses, la sucesión, o al menos, permitió e incentivó, a las ahora famosas “corcholatas”, a posicionarse, mediática y políticamente, en el sentimiento de los posibles electores.

Otros sostienen, que, las circunstancias le marcaron las pautas, para acelerar el proceso. Creemos, que todo fue, perfectamente diseñado, para que se diera, a como está sucediendo. Desde luego, con sus asegunes. Lo cierto, es que todas las “corcholatas” están actualmente, a ojos de hoy, con reales posibilidades de ganar.

Tan es así que sostenemos que habrá otros anuncios y acciones políticas sorpresivas e importantes, a partir del citado Consejo Nacional. Uno de ellos, podría ser, la repetición de todo lo aquí narrado, en las selecciones de candidatos a las nueve gubernaturas que estarán en juego en el 2024. Todos, ¡a sus carriles!

Ni tiempo de saborear el icónico e histórico triunfo electoral en el Estado de México, dio el Presidente López Obrador, a sus correligionarios; ya que, inesperadamente, agitó la bandera, de última vuelta; en la carrera hacia la candidatura presidencial de Morena y aliados, a decidirse en las urnas, en el 2024.

El Primer Mandatario se reunió, en un restaurante del centro histórico, el pasado lunes 5, con morenistas destacados, incluyendo a los aspirantes mejor posicionados para alcanzar la candidatura vinotinto, del partido predominante en el país. A esa “pachanga” política, no fueron convidados los aliados del PVEM y el PT, aunque luego, los llamaron al “recalentado”.

El pretexto fue, supuestamente, para festejar el triunfo de la profesora Delfina en el Estado de México:

“Nos reunimos para felicitar a la maestra Delfina entre todos, estábamos muy contentos con ella presente y nos reunimos también para mantener la unidad que no haya divisiones, vamos muy bien estamos bien y de buenas”, dijo, en la mañana siguiente.

La verdad, hasta lo que se sabe, nadie creyó dicha versión, e incluso, en broma, alguien comentó, hasta tuvo que pagar ella su consumo. El tema predominante, en lo privado y en lo público, fue la sucesión.

Todo debe quedar determinado en plenas fiestas patrias. Existen muchos trascendidos y versiones de lo que se dijo en dicha cena. Definitivamente, ya no es noticia el Estado de México.

López Obrador, repetidamente, se ha ufanado: “No hay preferencia ni dados cargados en favor de nadie”. Además, reiteró que el mejor método de selección de candidato presidencial es la encuesta.

También presumió: “Lo más importante es que se acaba el “dedazo” (…) e iniciamos una etapa nueva. Yo no voy a designar a mi sucesor, va a ser el pueblo”.

“En el caso de Morena (se elige) con una encuesta porque así se establece en los estatutos y así se han resuelto las candidaturas para los gobiernos estatales, y bueno ahí están los resultados, no ha habido rupturas, muy pocas, y triunfos…”.

Todo ello, a pesar que el imaginario colectivo percibe que aún con la “legitimación” de las encuestas estatutarias, el control y decisión del proceso sucesorio, está y estará, en el cerebro y corazón, de un Presidente, que independientemente, de los indicadores macroeconómicos, mantiene una alta popularidad, y, resultados políticos-electorales, más que aceptables.

Sin embargo, el canciller Ebrard, pareció adelantarse a las posibles decisiones del Consejo Nacional de su Partido, al anunciar, el pasado martes, su renuncia al cargo, a partir del 12 de junio. Ello detonó especulaciones, trascendidos y otros avisos de dimisiones.

Aunque el Consejo referido, fue convocado, de manera extraordinaria, para este domingo, ya hay visos de algunos de los posibles resolutorios:

Supuestamente, los aspirantes de Morena a la candidatura presidencial, deberán renunciar a sus cargos, antes del 15 de junio. Empero, ya algunos, sin esperar al Consejo Nacional, lo hicieron y otros se apresuraron a anunciarlas.

También, permeó la idea de que todos las “corcholatas” involucradas, y que no logren la ansiada candidatura presidencial, alcanzarán, segundos y terceros lugares e inclusos reintegros políticos, de acuerdo a sus posicionamientos finales, ya sea en la Cámara Alta, en la Baja, o en el hipotético próximo gabinete del ganador.

Hay quienes sostienen que adrede, AMLO, adelantó, desde hace meses, la sucesión, o al menos, permitió e incentivó, a las ahora famosas “corcholatas”, a posicionarse, mediática y políticamente, en el sentimiento de los posibles electores.

Otros sostienen, que, las circunstancias le marcaron las pautas, para acelerar el proceso. Creemos, que todo fue, perfectamente diseñado, para que se diera, a como está sucediendo. Desde luego, con sus asegunes. Lo cierto, es que todas las “corcholatas” están actualmente, a ojos de hoy, con reales posibilidades de ganar.

Tan es así que sostenemos que habrá otros anuncios y acciones políticas sorpresivas e importantes, a partir del citado Consejo Nacional. Uno de ellos, podría ser, la repetición de todo lo aquí narrado, en las selecciones de candidatos a las nueve gubernaturas que estarán en juego en el 2024. Todos, ¡a sus carriles!