Estudiar Arquitectura no es una decisión fácil de tomar. Es común pensar que para ser arquitecto, se debe tener talento nato para el dibujo, altas calificaciones en matemáticas e incluso conocer previamente el uso de softwares especializados.
El impulso y esfuerzo del arquitecto debe ser igual o mayor a la fuerza de resistencia del acero y el concreto con el que se construye; por ello, para lograr obtener el título de Arquitecto se requiere entusiasmo y sólida convicción de superación académica.
Si se opta por inscribirse a la Licenciatura en Arquitectura en la Universidad Olmeca, con base a experiencias propias y recopiladas por alumnos y egresados, podemos recomendar las siguientes habilidades y estrategias que un estudiante de Arquitectura debe aplicar para lograr ser un estudiante y profesionista exitoso:
1.- Valorar el proceso, en temporadas de estrés recordar el interés con el que se inició y perseverar hasta lograrlo.
Ingresar a una universidad particular es un privilegio de pocos y estudiar la carrera que se ama es un sueño que muchos menos pueden cumplir. Algo que no se debe olvidar en el camino es que se es afortunado y se ocupa un lugar que muchos desearían tener, es la ruta para obtener las herramientas necesarias para mejorar la calidad de vida, es una meta individual y un reto para la familia del estudiante.
2.- Administrar el tiempo y no procrastinar.
Los arquitectos nunca olvidamos las noches sin dormir por estar trabajando o todos los fines de semana que pasábamos frente a una computadora y todo por una mala administración de tiempo. Es crucial llevar una agenda y organizar prioridades los quehaceres, no dejar para mañana lo que se puede hacer hoy. Se requiere mucha disciplina y compromiso para lograr plasmar los sueños. Así que no se debe procrastinar.
3.- Experimentar con todo tipo de idea creativa.
Lo más especial y emocionante de la etapa estudiantil es que se tiene la libertad de experimentar con todo tipo de idea y ocurrencia que se tenga. Ahí afuera, en el mundo real, los clientes y sus fondos limitan la posibilidad de experimentar ya en casos reales, cuando se tiene jefe y se es contratado no es grato el equivocarse. La Universidad Olmeca brinda tanto la oportunidad como la libertad creativa para ser y hacer sin apegarse al requisito mínimo indispensable y define así el estilo propio del arquitecto.
4.- Ser proactivo y autodidacta.
Si se tiene la idea de que al terminar se obtendrá un papel o título que garantice el conseguir un buen empleo y que es suficiente para posicionarse bien, se está en un grave error. Nada es estático, la tecnología está en constante evolución. Una de las inversiones más constructivas es el desarrollar habilidades relacionadas con el dibujo asistido por computadora e ir evolucionando conforme las actualizaciones de software van saliendo al mercado, desde el manejo de AutoCad 2D hasta el Building Information Modeling (BIM) o diseño virtual 3D integrativo.
5. Aprender a escuchar las críticas y a ser objetivo.
Una de las habilidades esenciales es saber escuchar tanto críticas buenas como puntos de mejora de nuestro proyecto. Escuchar con objetividad y abrir la mente a las posibilidades nos permite visualizar otros ángulos nuevos y romper paradigmas útiles en la evolución y resolución final de nuestros proyectos.
6.- Disfrutar lo que se hace
Es usual escuchar que se debe disfrutar lo que se hace y es quizas el consejo más cierto. Toda persona se encuentra en búsqueda constante de la felicidad. Así que la mejor estrategia para el éxito es amar la arquitectura para poder vivir con ella. Al final del camino, los logros no se miden en cosas materiales se mide en satisfacción de lo que somos y hemos obtenido por nosotros mismos.
Muchos de los grandes maestros de la Arquitectura contemporánea siguen ejerciendo y dirigiendo sus talleres mucho después de la edad de jubilación normal y hasta el último día de sus vidas siguen perfeccionando su estilo. Frank Gehry a sus 91 años, o Norman Foster con 85 años siguen construyendo los grandes rascacielos a lo largo y ancho del mundo y sin duda el caso más ejemplar es Oscar Niemeyer quien diez días antes de su cumpleaños número 105 estaba trabajando en su última obra en Brasil, el Teatro Popular de Niteroi.
Como dijo el sabio Confucio
«Elige un trabajo que te gusta y nunca más tendrás que trabajar un día en tu vida».
Mtra. Karen Priego Morales, coordinadora académica de Arquitectura y Diseño.