Creo que tratar de describir a nuestra propia familia puede ser un ejercicio un tanto sesgado. Lo digo en el sentido de que sólo puedo, desde mi muy particular (y peculiar) punto de vista, hablar de recuerdos, experiencias, historias y narrativas escuchadas a lo largo de mi vida. Puedo empezar por decir que la lista de los rasgos de personalidad es larga, pero escogí las que pienso pueden describir con más precisión a mi querida familia materna. Es un ejercicio de autoconocimiento y reconocimiento de los demás, es decir, de aquellos con los que compartimos experiencias desde el parentesco; un ejercicio que cualquier persona, en algún punto, debería intentar hacer.
Somos un grupo de personas honestas, determinantes, pesimistas, catastróficas, obedientes, serias, trabajadoras, tímidas, útiles, zurdos, sociables, impacientes, calladas, cultas, educadas, decisivas, exigentes, responsables, humildes, orgullosas, sensatas, buenas, generosas, brillantes, determinadas, necias, zalameras y religiosas.
Somos una familia cuyos miembros muchas veces mantienen sus sentimientos en secreto; racionalizamos nuestras emociones, padecemos enfermedades crónico degenerativas que nos pueden matar, pero también somos una familia que se nos da en cubrir las necesidades de otros, menos las propias. Se nos da el querer ser superhumanos que todo lo pueden y que todo lo saben, cuando es imposible que sea así.
Dame el diálogo en tu cabeza, no un discurso.
No tengo idea de cómo escribir el diálogo en mi cabeza, cuando hay una cita para la reunión familiar:
Pero puedo decir que cuando se empezó a programar una de las cosas que pensé fue, espero que si puedan venir todos, la cosa será saber a donde nos podremos reunir, seguro a donde sea que nos reunamos hará muchísimo calor, espero que elijan un lugar con aire acondicionado! no aguanto este bendito calor, me cae que no parezco tabasqueña.
Ummm... los tacos de ITO son una buena opción, ¡sólo espero que todavía tengan sabor! Que lástima que todos mis hijos no van a venir, que mi familia de cuatro no estará completa y únicamente podremos asistir mi hijo menor y yo, híjole van a pensar que ni siquiera obligados los traje al evento, pero bueno, así serán las cosas por ahora; espero no ofender a nadie con mi nuevo estado civil, pero quizá eso es lo de menos. Creo que el verme pasada de peso, causará más impacto, lo bueno es que no pueden decir mucho, ya que esto del sobrepeso se da mucho en esta familia. Sería como no ver la paja en tu propio ojo, pero si en el ojo ajeno… me tengo que coordinar para no llegar tan tarde, porque si no, también eso van a criticar. A ver en qué mesa me toca sentarme, aunque en verdad para mí es lo de menos, hablo hasta por los codos y seguro habrá cosas que preguntarle a mis tíos, primos y sobrinos con los que me toque estar codo a codo.
¡Uy! sí que habrá cosas por preguntar. Se me antoja saber qué ha cambiado en su vida, cómo han evolucionado como seres humanos, qué cosas siguen siendo sus favoritas desde que nos conocimos, qué cosas nos unen además del apellido, qué nos ha separado en estos años, los platillos favoritos de cada uno de ellos, de los que cocinaba mi abuela, en qué parte de la vida de mi abuela la conocieron más, qué recuerdan de ella, qué valores rigen su vida, qué es lo más importante para ellos, qué los ha hecho felices, qué les ha amargado la existencia o el momento... estoy casi segura que coincidimos en muchas cosas, sólo que no hemos sido capaces de compartirlas, o no nos hemos dado el tiempo. Yo, por mi parte, tengo tanta curiosidad de escucharlos porque se que sólo así podré conectarme a través del corazón, y no sólo por el vínculo de la sangre.
En mi diálogo interno, me he dicho también que somos muy poco de compartir sentimientos sobre las cosas que han pasado. No sabemos mucho del presente entre nosotros, entonces, en mi cabeza digo, "claro que eso de compartir sentimientos no lo hacemos porque no hemos sabido crear un ambiente seguro donde los demás nos puedan escuchar sin juzgar", ni que decir o hablar del futuro que estamos construyendo día a día, para dónde vamos... por que de donde venimos, eso está más que claro.
Ojalá y estando con ellos pueda tener la oportunidad de antes que nada reconocer a mis sobrinos y sobrinas que tiene años que no veo, y de poder decirles a todos los que estén presentes y los ausentes, que de mi parte, deseo de todo corazón paz emocional, espiritual en cada uno de ellos, sólo espero que no se me olvide el mensaje que he estado repasando en mi mente: "memento mori", una frase latina que significa: recuerda que morirás.
Ay Dios, que no se me quiebre la voz cuando les diga que este principio estoico nos insta a tener la conciencia de nuestra propia temporalidad, lo frágiles que somos, recordando la fugacidad de la vida para vivir de una manera más plena y significativa. Deseo que con este mensaje comprendan que ya debemos dejarnos de rollos, que tengamos la confianza de ser quienes somos, que en esta familia, sea como sea, yo los voy querer.
Seguramente eso es lo que mi papá quiere decir cuando alguien se despide, y exclama; ¡Que te vaya bien y pórtate mal! Significa (o así lo resignifico) que nos desea que vivamos plenamente, que la vida es fugaz y que portarse bien es vivir de acuerdo a los demás y no vivir acorde a lo que fuiste hecho. Ay, ¡gracias papito! Tus palabras para mí son tan liberadoras!
Pero bueno, familia portémonos mal, no buscando la validación de nuestros padres, ya siendo unos adultos, ninguna cantidad de validación familiar va a ser tan satisfactoria como la validación propia o personal. Muchas de tus decisiones no les van a gustar a tus padres, pero, por suerte, eres la única persona que va a vivir los beneficios o consecuencias de esas decisiones así que enfócate en vivir una vida que te gusta a ti, ¡y que te vaya bien en eso!.
Será acaso que, si les digo que no es la sangre, es el respeto, el apoyo, la confianza, el compromiso y el amor lo que te hace familia, ¿se sentirán ofendidos? Por Dios espero que no, porque creo que es algo que definitivamente debemos tener presente día a día.
Sigo con mi speech en mi cabeza, y para terminar, querida familia BG, les quiero decir que seguro aprenderé mucho de cada uno, los respeto, admiro y que yo, Delia Marí Bolio, estoy muy orgullosa de ser una más de todos ustedes, siempre.
Los quiero sólo por el hecho de ser BG, pero también por ser simplemente quienes son, jejeje.
Ahora sí, ya pueden aplaudir, ¿no? No es cierto, es broma. Ay Delia, ¡por Dios! Bueno, me seco mis lagrimitas y voy derechito a abrazar a mi mamá y a mi papá. Les recomiendo que hagan lo mismo, queridos lectores de El Heraldo de Tabasco.
Esto que acaban de leer es un diálogo interno, de lo que yo pensé que diría en la reunión familiar, y por fortuna nada de esto pasó, exactamente como lo preveía, pero todo salió bien, ¡uff! Jajaja
Gracias por leerme.