¿Y quién pagará?
Después de la polémica por el anuncio a finales del 2018 de que se encontraba en estudio una propuesta en el Cabildo del Ayuntamiento de Centro que posteriormente pasaría por el Congreso de Tabasco para “aumentar el costo de las tarifas de agua potable en Centro” y que generó una oposición férrea no solo de los partidos políticos de oposición sino en primer término de los ciudadanos concluirá con un esquema que podría ser:
Las tarifas quedan como están.
O un aumento marginal.
En el diagnóstico que justificaría el incremento a las tarifas de agua potable, el ayuntamiento acusa el pésimo estado de la red de agua potable y alcantarillado de la Ciudad de Villahermosa (en donde reside la mayor parte de la población) y por consecuencia, el agua que se recibe en los grifos no es potable y por tanto no apta para el consumo humano.
Ese solo hecho –agua contaminada- generó un consumo privado que suma años en donde por cada garrafón de agua se paga un promedio de 35 pesos diarios en una familia pequeña, es decir: un total de mil 050 pesos al mes. Obviamente existen familias que consumen más de uno al día.
En los últimos diez años a la par de las marcas tradicionales que expenden agua en garrafón en el estado surgieron pequeñas “purificadoras del vital líquido” -muchas de ellas sancionadas por las autoridades sanitarias- que ofertan el llenado de un garrafón por solo 10 pesos, es decir: 300 pesos al mes.
Sin embargo –sin descartar a las grandes fábricas embotelladoras de agua- la materia prima la toman directamente del suministro que proporciona el Sistema de Agua y Saneamiento, le agregan unas cuantas sales y otros químicos, entre ellos, más cloro y así se expende.
De manera que por donde se le quiera analizar resulta un timo, pero el ciudadano paga, con la creencia de que está tomando agua de mejor calidad y por así decirlo limpia y lista para el consumo humano.
Según la postura oficial, en las grandes ciudades como Monterrey, Ciudad Victoria, Guadalajara y otras más el agua tiene un costo más alto por consumo, en ciudades como Monterrey una familia en un sector residencial y por alto consumo llega a pagar hasta 20 pesos por metro cúbico, sin embargo, el agua es potable y existen protocolos oficiales que se deben de cumplir de manera obligatoria. El agua es de alta calidad.
El pasado viernes el Ayuntamiento de Centro anunció una inversión por más de 4 mil 080 millones de pesos –casi dos años del presupuesto total de Centro- en el que se contempla la Planta Carrizal Dos, la construcción de líneas de conducción y red de distribución de agua potable en Villahermosa, probablemente las dos obras prioritarias.
Sin embargo, el planteamiento es en relación a la forma en cómo se ejecutarán esos recursos: ¿será dinero federal?; ¿una asociación público-privada?; ¿o un préstamo a la banca de desarrollo?
El problema existe, el asunto es que otros programas prioritarios serán afectados en los próximos años en el Municipio de Centro si esos recursos no son ministrados directamente por la Federación.
Y aquí el último recurso de un gobernante es: con cargo a los ciudadanos.
CONTORNO
Sembrando vida y… corrupción
El Presidente Andrés Manuel López Obrador ya recibió un reporte detallado en relación a los –no pocos hechos de corrupción- que se están presentando en la aplicación de los programas sociales en el país y particularmente en algunos estados, Tabasco, es uno de los que más casos tiene, por eso, el coordinador de los programas federales en la entidad, Carlos Manuel Merino Campos alertó sobre irregularidades en el programa jóvenes construyendo el futuro.
A esa alerta se sumaron otros estados y el resultado es: que no es un patrón aislado, sino más bien generalizado.
En el caso del programa Sembrando Vida, las denuncias sobre irregularidades en Chiapas y Tabasco son una vergüenza –el presidente presume siempre sus raíces en estos dos estados- y los casos comienzan a ser muy evidentes.
¿Harán algo? para que el o los que la hicieron o están haciendo lo paguen.