/ miércoles 12 de octubre de 2022

Feminismo para todxs | ¿Y Tabasco para cuando?

Ya pasaron varios días desde la marcha por el Día de Acción Global por un Aborto Legal y Seguro, en la que participamos feministas, colectivas feministas, aliadxs y colectivos de la diversidad sexual en el estado.

A partir de esa fecha y hasta el día de ayer, han ocurrido sucesos importantes en todo México, relacionados a la agenda feminista y de la diversidad sexual:

  • Una entidad más, el Estado de México, que se suma a la aprobación del matrimonio igualitario en el país, (quedando solo tres estados pendientes, entre ellos Tabasco).
  • La aprobación general en el Senado de la República, para prohibir los ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género), también mal llamadas "terapias de conversión/reorientación sexual".
  • Un conversatorio desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la que participaron ministrxs de la Corte, especialistas y mujeres expertas en materia de perspectiva de género, para tratar el tema de la violencia vicaria, así como las obligaciones que tienen ante esta situación los juzgados, jueces, juezas, y el sistema de justicia en México.
  • Y de nuevo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, invalidando un artículo de la Constitución de Aguascalientes, que insistía en "proteger la vida" desde la concepción, abriendo las puertas para que en un futuro, sea el próximo estado que despenalice el aborto.

¿Qué tienen en común los acontecimientos anteriores, además de su obvia relación en cuestiones de derechos fundamentales y justicia para las mujeres y personas de la diversidad sexual? Que detrás de todos estos logros, hubo presión, protestas, acercamientos a instituciones y congresos, gestiones y seguimiento a todo ese trabajo que involucra el activismo de movimientos sociales, que muchas veces es exhaustivo y sin remuneración económica. También tiene que ver con las prioridades de los colectivos, asociaciones civiles, organizaciones y grupos que impulsan las causas que más les importan, y en las que invierten su tiempo y energía. Pero no todas las causas son pro derechos humanos, algunas son de hecho, antiderechos.

En Tabasco por ejemplo, las organizaciones y grupos "provida", se unen con organizaciones y grupos que discriminan a la población LGBT, para obstruir los derechos reproductivos de las mujeres y personas con capacidad de gestar, para que no prospere la inclusión de la violencia vicaria en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, se unen para impedir la aprobación del matrimonio igualitario y la ley de identidad de género en el estado, rechazan la implementación de una mejor educación sexual desde la infancia, y no proponen soluciones factibles para combatir el aumento de embarazos adolescentes, el abuso sexual infantil, el aumento de contagios en infecciones y enfermedades de transmisión sexual, entre otros problemas serios que pueden afectar a toda la población tabasqueña.

Y es así que en Tabasco no tenemos despenalización del aborto, ley vicaria, educación sexual integral desde la niñez, matrimonio igualitario, ni ley de identidad de género, porque nunca es el turno o siempre se postergan las iniciativas o reformas correspondientes para otras sesiones en el Congreso del Estado. Afortunadamente en el Senado de la República, ya se aprobó en lo general la prohibición de las terapias de conversión, pero ese es el problema; aquí en la entidad, no podemos seguir esperando hasta que en el Congreso General de México se aprueben estas reformas o iniciativas, o la Suprema Corte de Justicia de la Nación nos lo tenga que indicar para que se respete la dignidad y derechos de todas las personas en Tabasco.

No hay que tenerle miedo al principio de progresividad de los derechos humanos, después de todo, ese principio es uno de los cimientos más importantes de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y del avance de los derechos sociales que han sido tan importantes en el historia de nuestro país.

Ya pasaron varios días desde la marcha por el Día de Acción Global por un Aborto Legal y Seguro, en la que participamos feministas, colectivas feministas, aliadxs y colectivos de la diversidad sexual en el estado.

A partir de esa fecha y hasta el día de ayer, han ocurrido sucesos importantes en todo México, relacionados a la agenda feminista y de la diversidad sexual:

  • Una entidad más, el Estado de México, que se suma a la aprobación del matrimonio igualitario en el país, (quedando solo tres estados pendientes, entre ellos Tabasco).
  • La aprobación general en el Senado de la República, para prohibir los ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género), también mal llamadas "terapias de conversión/reorientación sexual".
  • Un conversatorio desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la que participaron ministrxs de la Corte, especialistas y mujeres expertas en materia de perspectiva de género, para tratar el tema de la violencia vicaria, así como las obligaciones que tienen ante esta situación los juzgados, jueces, juezas, y el sistema de justicia en México.
  • Y de nuevo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, invalidando un artículo de la Constitución de Aguascalientes, que insistía en "proteger la vida" desde la concepción, abriendo las puertas para que en un futuro, sea el próximo estado que despenalice el aborto.

¿Qué tienen en común los acontecimientos anteriores, además de su obvia relación en cuestiones de derechos fundamentales y justicia para las mujeres y personas de la diversidad sexual? Que detrás de todos estos logros, hubo presión, protestas, acercamientos a instituciones y congresos, gestiones y seguimiento a todo ese trabajo que involucra el activismo de movimientos sociales, que muchas veces es exhaustivo y sin remuneración económica. También tiene que ver con las prioridades de los colectivos, asociaciones civiles, organizaciones y grupos que impulsan las causas que más les importan, y en las que invierten su tiempo y energía. Pero no todas las causas son pro derechos humanos, algunas son de hecho, antiderechos.

En Tabasco por ejemplo, las organizaciones y grupos "provida", se unen con organizaciones y grupos que discriminan a la población LGBT, para obstruir los derechos reproductivos de las mujeres y personas con capacidad de gestar, para que no prospere la inclusión de la violencia vicaria en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, se unen para impedir la aprobación del matrimonio igualitario y la ley de identidad de género en el estado, rechazan la implementación de una mejor educación sexual desde la infancia, y no proponen soluciones factibles para combatir el aumento de embarazos adolescentes, el abuso sexual infantil, el aumento de contagios en infecciones y enfermedades de transmisión sexual, entre otros problemas serios que pueden afectar a toda la población tabasqueña.

Y es así que en Tabasco no tenemos despenalización del aborto, ley vicaria, educación sexual integral desde la niñez, matrimonio igualitario, ni ley de identidad de género, porque nunca es el turno o siempre se postergan las iniciativas o reformas correspondientes para otras sesiones en el Congreso del Estado. Afortunadamente en el Senado de la República, ya se aprobó en lo general la prohibición de las terapias de conversión, pero ese es el problema; aquí en la entidad, no podemos seguir esperando hasta que en el Congreso General de México se aprueben estas reformas o iniciativas, o la Suprema Corte de Justicia de la Nación nos lo tenga que indicar para que se respete la dignidad y derechos de todas las personas en Tabasco.

No hay que tenerle miedo al principio de progresividad de los derechos humanos, después de todo, ese principio es uno de los cimientos más importantes de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y del avance de los derechos sociales que han sido tan importantes en el historia de nuestro país.