"Tabasco es un Edén", dice una canción, pero también a la entidad se le ha nombrado como "El Infierno Verde", una disonancia que cuando vives aquí, la entiendes.
Tabasco es una tierra próspera, abundante en recursos naturales como el agua, vegetación, fauna, clima tropical y con paisajes muy bellos, así como rica en gastronomía, historia y cultura, pero con un potencial muchas veces desperdiciado, maltratado y abandonado, que trastoca en lo social, económico, ambiental y político.
En este mes de septiembre se han suscitado algunos eventos y situaciones en las que resurge la conversación sobre el avance y protección de los derechos humanos y fundamentales de la población LGBT en Tabasco. Por un lado, tenemos a varios colectivos y activistas que se organizan y suman esfuerzos para seguir promoviendo la enseñanza y socialización de la información respecto a materia de diversidad sexual, labor muy importante porque contribuye al saber responsable de estos temas; una sociedad bien informada, es una sociedad con menos tipos de violencia, también así se combate a la discriminación y prejuicios que todavía persisten y tienen bastante rezagado al estado en cuestión de DDHH, comparado con el resto a nivel nacional. Solo 4 entidades, entre ellas Tabasco, tienen pendientes la aprobación del matrimonio igualitario, también nos estamos quedando rezagados con la ley de identidad de género, las mujeres y hombres trans, y en general, las personas de la diversidad sexual, son objetivos especialmente vulnerables de discriminación y violencias, por eso sí es prioridad y urgente que se aprueben y legislen las iniciativas necesarias para garantizar los derechos de la población LGBT.
Por el otro lado, no ayuda para nada al progreso de nuestro estado, tener a grupos conservadores, evangélicos y antiderechos protestando para frenar el avance y protección de los derechos humanos de las personas LGBT, mismos grupos y organizaciones que se oponen también a la despenalización y legalización del aborto, y a la mejora e implementación de la educación sexual integral para todxs desde la infancia y adolescencia, que de hecho ayudaría a prevenir bastantes problemáticas como los embarazos no deseados, el acoso y violencia sexual, e infecciones de transmisión sexual (ITS). Ignorar o desdeñar la importancia de lo anterior, resulta en opiniones desafortunadas como las del obispo de Tabasco, diciendo "que se enseñe a las niñas a respetar su cuerpo, respetar a los demás y a sí mismas, porque ellas valen como mujeres, no como cosas" dejando toda la responsabilidad en ellas para "resolver" el quinto lugar que tiene Tabasco, conforme al INEGI, en embarazos adolescentes.
Con la educación sexual integral, muchxs entenderían que el aborto no solo debería ser válido y accesible en casos de violación o porque peligre la vida de la madre o persona gestante, también porque los anticonceptivos pueden fallar. A ninguna mujer, niña, adolescente o persona con capacidad de gestar, se le debería obligar a continuar con un embarazo no deseado, el feminismo no promueve la interrupción voluntaria del embarazo como otra forma de anticoncepción, al contrario, se fomenta la elección libre y responsable sobre nuestros cuerpos, y se busca que las maternidades sean deseadas, elegidas, informadas y apoyadas.
La marea verde, la lucha feminista y por los derechos de la diversidad sexual llegaron a Tabasco para quedarse, perseguimos una vida digna para todxs, no somos una moda ni algo pasajero, somos parte importante de la identidad y realidad de nuestro estado, por eso volveremos a salir a las calles a marchar mañana 28 de septiembre, para seguir complementando y fortaleciendo todas las acciones que favorezcan a la despenalización y acceso a un aborto legal y seguro.
