En la última campaña de Andrés Manuel López Obrador por la presidencia de la República en 2018 incorporó una propuesta que resultó tan atractiva para los mexicanos que la convirtió en parte de una promesa que cumpliría una vez que resultara electo como mandatario, ese ofrecimiento era que se “terminaría la corrupción” con lo que prácticamente tendría un ahorro de 500 mil millones de pesos cada año 3 billones en su sexenio y no se contrataría deuda nueva.
Es bastante probable que, el ex presidente, no tenía una idea clara, pese a su formación en ciencias políticas respecto a la integración del Presupuesto General de Egresos y Ley de Ingresos de la Federación, más deuda pública, servicio de la deuda, tasas de interés al alza por incertidumbre financiera –un ejemplo claro es PEMEX- que durante su administración terminó más acotada en términos mercantiles lo que aumentó las tasas de interés –dado su alto riesgo por sus estados financieros- si se contrata un crédito en este momento las condiciones crediticias serían con tasas sumamente elevadas. Aunque esa es otra historia.
En la anterior administración federal no hubo claridad respecto a los supuestos ahorros prometidos en campaña y al inicio del gobierno, de hecho la Secretaría de Hacienda tuvo dos titulares, el primero de ellos, Carlos Urzúa (+) renunció con el argumento de que las condiciones financieras y el manejo de los dineros públicos terminarían afectando otros sectores claves del país por el sostenimiento de programas de asistencia social que no en todos los casos estaba justificado.
Quedó la evidencia y los números fríos respecto a las condiciones en las que se encuentra el país, que ahora no tiene ahorros para contingencias porque se gastaron, muchos fideicomisos igualmente están extinguidos, la negociación-condonación de grandes adeudos de empresas están prácticamente al día y se contrató nueva deuda lo que aumentó los intereses y pagos del servicio de deuda, de manera que, la actual administración federal está más que restringida y eso se trasladará a los estados del país.
Y la promesa para Tabasco…
El gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez tras su victoria en la elección constitucional se comprometió a destinar el 10 por ciento del presupuesto general del Estado para programas sociales y que gran parte de ese recurso se alcanzaría en base a los ahorros, una reestructuración administrativa profunda y el recorte del 20 por ciento de los salarios.
Si dividimos el año fiscal en cuatro trimestres, los tres anteriores correspondieron al gobierno de Carlos Manuel Merino, lo que dejaría el último trimestre para la actual administración que inició en el mes de octubre y siguiendo esa lógica a finales de año se estimaría un ahorro de mil 600 millones de pesos, no obstante, el gobernador May Rodríguez en su más reciente conferencia de prensa, dijo lo siguiente:
“con la política de austeridad que hemos implementado lograremos un ahorro de 100 millones de pesos en los últimos tres meses del año”.
La complicada realidad
Entre algunos conocedores del sistema financiero y el comportamiento de la economía de Tabasco se cree que hubo una interpretación errónea en relación a lo comprometido que se encuentra el presupuesto desde siempre.
¿Es posible un ahorro del 10 por ciento? La respuesta es no y si encima amplían los programas sociales comprometerá más la viabilidad financiera de la entidad, lo que podría obligar a contratar nueva deuda pública y eso complicaría aún más el entorno.
El tema no es político, es ciencia, es matemática pura.
CONTORNO
Presentación de libro:
La Salida es el título del libro que presentará Maribel Cámara poeta y escritora tabasqueña, un material que promete mucho, por la riqueza de la prosa y la experiencia literaria de la autora.
La cita es a las 6 de la tarde del próximo jueves 14 en el salón de la Biblioteca Pública, José María Pino Suárez.
Influencias…
Gracias por la dedicatoria a la Maestra Rosa María Bertruy Herrera del libro de su autoría: influencia de la comunicación no verbal en la expresión emocional.