/ lunes 14 de octubre de 2024

Entorno / El ejemplo

El plan que recién comenzó a instrumentarse en el estado para reactivar al sector agropecuario, al que se le dotará de recursos importantes, para potenciar en orden de importancia, la ganadería y la pesca principalmente, sin que se pueda medir su grado de eficiencia ha llamado la atención de la autoridad federal que ofreció su respaldo a la iniciativa.

La visita del titular de la Secretaría de Agricultura, Julio Berdegué y el compromiso que asumió para impulsar la ganadería y la pesca en la entidad como lo anunció el gobernador Javier May Rodríguez es una buena señal, porque ello, le permitirá acceso a más recursos para este y otros programas.

Pocos saben del gran conocimiento y compromiso que tiene el responsable de esa área a nivel federal, su idea de fortalecer al sector primario y con ello a las familias que pese a la migración aún permanecen en el campo es posible arraigarlas fortaleciendo su economía.

El proyecto es tan incluyente que ha sostenido pláticas con los ovinocultores por las bondades de su producción, la demanda que tiene en el país y la posibilidad de generar más ingresos para las familias del campo de escasos recursos. En Tabasco inclusive existe un grupo que va tomando camino en ese sentido.

Es prematuro echar campanas al vuelo, pero, lo que se empieza a observar es prometedor, tanto el responsable federal como la estatal, Luisa Cámara Cabrales poseen una sólida formación profesional en la materia, de manera que, los errores deben ser mínimos.

Por el bien de todos ojalá y arroje los resultados esperados.

CONTORNO

Los otros niños “traviesos” y otras conductas

Una anécdota personal.

Cuando tenía diez años de edad decidí alejarme de la franja permitida por mis padres tres cuadras después de Méndez y Malecón –donde vivía- para ir en mi bici hasta la zona remodelada, al centro histórico, justo cuando iba a entrar a esa área empedrada pedaleando, un señor de edad adulta me detuvo abruptamente con un bastón para exigir que me bajara o me llevaría a la autoridad porque no podía circular ahí, me aterró, bajé de mi bicicleta y caminé.

Supe después que era un funcionario municipal y una persona bastante neurótica, aunque solo aplicaba el reglamento, en la actualidad en esa zona, circulan bicicletas, motos, coches, camionetas, hasta camiones.

Saltarse la fila:

Hace como 10 años me detuve en una tienda de abarrotes de conocida cadena local con nombre regio, para comprar algo, me formé en la fila en la que habían como 4 personas antes, de repente, un niño consciente de su actitud esperó a que concluyera su pago el que en ese momento lo hacía, acto seguido, presentó su producto a la cajera para que le cobrara sin importarle las cinco personas que estábamos antes, un señor que esperaba a uno de los de la fila, cuando la dependiente iba a cobrarle al menor, le razonó, disculpe, pero el niño como todos debe hacer su fila, es cultura y educación, sino va a crecer sin respetar las reglas de civilidad, a regañadientes se formó.

El vendedor de la terminal de autobuses:

En 2019 mientras esperaba turno para tomar un autobús a la Ciudad de México me llamó la atención como un par de guardias de seguridad seguían a un niño vendedor de dulces ambulante que había ingresado al área de espera al que solo se entra con boleto en mano.

La agilidad del menor con todo y su canasta de dulces los hizo rendirse en la persecución, además, los reclamos de pasajeros –sobre todo mayores de edad de arriba de 60 años- pidiéndole a los elementos de seguridad que lo dejaran vender y después se iría.

El niño –plenamente consciente de su efímera victoria- procedió a vender, hábilmente se dirigió a los que le defendieron, quienes sin dudarlo le compraron gomas de mascar, dulces y algunos le regalaron dinero. 10 minutos o quizá un poco más después del incidente se marchó.

Con curiosidad, cuando me tocó el turno para abordar mi camión pregunté a uno de los guardias de seguridad por lo escandaloso de la persecución, su respuesta fue en el sentido de que no era la primera vez, ese niño a veces llega tres veces a la semana e incluso a diario en diferentes horarios, espera el menor descuido para entrar y el pasaje siempre se pone de su lado, concluyó.

Tres contra uno en el restaurante…

La tarde del pasado jueves, cuando me detuve a saludar a un amigo a las afueras de un restaurante ubicado por el área de Ciudad Deportiva fuimos testigos de la entrada casi violenta de tres menores de edad, de entre 10 y 12 años de edad con sus canastas de dulces y bastones de sujeción, el incidente ocurrió justo cuando la cajera advirtió su presencia y trató de impedirles el acceso.

Dos de ellos lograron entrar empleando mucha fuerza, incluso la enorme puerta de cristal estuvo en riesgo de colapsar, el tercer niño se quedó afuera, irascible, furioso y mascullando entre dientes algo.

En diferente tiempo como han pasado los años…