“A pesar de que el medio ambiente se mantiene en constante amenaza por las actividades humanas, todavía estamos a tiempo de generar las condiciones para preservar la biodiversidad y evitar que las crisis ambientales
desemboquen en más crisis para las sociedades”.
Dra. Julia Carabias, Agosto de 2022.
Preámbulo: Esta columna la escribo en memoria de nuestro colega politólogo, lamentablemente, recién fallecido Antonio López de la Iglesia, quien deja huella imborrable en su hacer durante el recorrido de la vida…descansa en paz estimado amigo.
Hace 11 días concluyó el 2022 dejando un acumulado de severos rezagos ambientales en todo el planeta, en nuestro querido México y naturalmente en el territorio tabasqueño. pero concentraré mi colaboración de hoy para comentar que ello implica mayores retos pero igual de oportunidades para este año que comenzó hace 12 días.
No abundaré mucho en los enormes y complejos problemas ambientales que no han sido atendidos con un verdadero compromiso por parte de las autoridades de los tres ordenes de gobierno, pero tampoco la ciudadanía hemos tenido una participación responsable y comprometida para incidir en políticas públicas ambientales y su cumplimiento.
Por ello, considero que bajo el principio de responsabilidad compartida, y diferenciada, en el 2023 debemos tener mayor participación de todos los sectores de la sociedad para que los gobiernos dejen el discurso que centra su atención en problemas mediáticos que están muy lejanos a la compleja realidad socioambiental que se vive en el país y en Tabasco, que de no atenderse provocarán mayores crisis sociales y el natural desencanto a la política ambiental actual.
Los que estamos directamente relacionados en los diversos temas ambientales desde hace décadas hemos observado y analizado que las políticas públicas nacionales del sector en la entidad han sido clasificadas como no prioritarias, encontrándose marginadas en los presupuestos, que no alcanzan a comprender que si tenemos una naturaleza sana tendremos un futuro digno, justo y seguro en Tabasco; nuestros políticos, salvo honrosas excepciones, actúan con base a sus intereses políticos y en muchos casos sus objetivos personales; no se dan cuenta o prefieren no darse por enterados, que el los problemas ambientales se acumulan y que ello es en detrimento de la sociedad y economía tabasqueña.
En esta colaboración no citaré los rezagos ambientales en Tabasco, los cuales ya he descrito con detalle a lo largo de las 21 columnas de ejes ambientales a lo largo del 2022, aclarando que muchos de ellos son responsabilidad del Gobierno Estatal y también de las autoridades municipales; sin embargo, otros problemas medioambientales que padecemos los tabasqueños son del orden federal, pero ello no implica la corresponsabilidad de los gobiernos locales que por desconocimiento del sector o la ausencia de aplicación de los instrumentos establecidos en el marco legal en materia de colaboración y coordinación entre los tres órdenes de gobierno, que incluso están establecidos como recurrentes en la propia constitución mexicana y en la del estado. Adicional a estas carencias de planeación y gestión también argumentan de manera cotidiana la supuesta falta de recursos presupuestales.
Ante el debilitamiento sistemático de la estructura de administración pública ambiental del orden federal en los últimos cuatro años se refleja en las Delegaciones Federales en Tabasco de la propia Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Procuraduría Federal de Protección Ambiental, Comisión Nacional del Agua y Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas. Ocasionando la notoria disminución de sus servicios y alcances, además de perder su efectividad en la protección ambiental, preservación de la naturaleza y desarrollo sustentable.
En los últimos años hemos tenido un sinnúmero de siniestros en la actividad petrolera pero se desconocen las afectaciones ambientales y de salud humana puntuales a los habitantes de las comunidades impactadas, debido entre otras razones a la casi nula intervención de la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos, la empresa Petróleos Mexicanos y del propio Gobierno Estatal al través de sus mecanismos de atención a la comunidad; Por otro lado, sabemos que el gobierno federal se encuentra en etapa de construcción de la refinería en dos bocas y que aún se desconoce con certidumbre la fecha de inicio de operación. En este caso, será importante saber la calidad del aire, agua y suelo en la zona de influencia; para ello es fundamental que antes como línea base y durante la operación de los 17 procesos industriales se tenga de un sistema de monitoreo de los parámetros de calidad y sean informados a la ciudadanía de Tabasco todos los días, pues es elemental para prevención de la calidad de vida de los habitantes en la zona de mayor influencia a las instalaciones de refinamiento. Es importante conocer cómo estaban estos indicadores antes de la operación y que cambios se tendrán durante su operación para tomar a tiempo las decisiones que se estimen procedentes.
Estos dos ejemplos son de competencia del Gobierno Federal, pero las autoridades del Gobierno del Estado y los Gobiernos Municipales deberían hacer la gestión ante las Secretarías de Energía y la de Medio Ambiente y Recursos Naturales para que se instalen, con carácter de urgencia, redes de monitoreo de la calidad del aire, agua y suelos de toda la zona cercana a la refinería con el fin de evitar que la zona a corto o mediano plazo vaya a ser declarada zona de desastre ecológico en ríos, lagunas, arroyos y espacios de producción de alimentos y forestales. La clave es la prevención oportuna y 2023 puede ser el año de que ello ocurra si las autoridades locales tienen la voluntad, rompen el silencio e inician la gestión de manera inmediata y oportuna. Siempre he dicho que para tener una ciudadanía consciente y participativa se requiere una autoridad que informe con transparencia en tiempo real.
También será importante que el gobierno estatal anule este año la indebida declaración de Área Natural Protegida de la Laguna Mecoacán y gestione, con participación y anuencia de las comunidades, la incorporación de dicha laguna a la red nacional de Áreas Naturales Protegidas de la Federación, quienes tienen el fundamento legal y capacidad técnica suficientes para proteger con eficacia ese importante cuerpo de agua de alta capacidad de producción de alimentos pesqueros y conservación de manglares cercanos a las actividades petroleras de la zona.
Por otro lado, este año los gobiernos locales de Tabasco tienen la oportunidad de atender los graves pendientes ambientales que se vienen acumulando año con año. Entre ellos: Mejorar la gestión de residuos tanto de orden estatal como municipales, es inconcebible que en el primer tramo del siglos 21 aún sigamos con atraso en este rubro, en ello será importante que el Gobierno del Estado establezca una estrategia integral de gestión de los residuos de manejo especial, más allá de su atención a los plásticos de un solo uso, pues éstos son la punta del iceberg en lo referente a residuos de manejo especial, que son su responsabilidad jurídica atender. Además de que son grandes emisores de metano que contribuyen al calentamiento global.
El 2023 es el año inaplazable para restaurar la capa vegetal para la recuperación de ecosistemas y su biodiversidad; ya en el 2020 el Gobierno Estatal perdió la oportunidad de invertir en proyectos de restauración forestal con recursos internacionales al través de la Estrategia Estatal para Reducir las Emisiones derivadas de la Deforestación y Degradación forestal, así como el aumento, conservación y manejo sustentable de selvas; hoy habrá que rescatar los proyectos derivados de los trabajos responsables de todos los sectores vinculados con experiencia al tema forestal.
Es igual de importante que este años se establezca un programa estatal de atención al clima y rescatar del olvido los planes de acción climática municipales para, entre otros objetivos se coadyuve desde lo local a reducir los gases efecto invernadero de los establecimientos comerciales e industrial competencia de los gobiernos estatal y municipales. Pudieran considerarse emisiones de baja escala, pero si sumamos los establecimientos comerciales, servicios e industriales veremos que sus aportaciones al cambio climático son importantes. Así como una planeación de movilidad urbana con carácter de sustentabilidad para reducir contaminantes a la atmósfera y daños a la salud de los habitantes de Tabasco.
Sé que en los cinco estados productores de hidrocarburos es complicado hablar de energías renovables, limpias y eficientes; pero Tabasco, cuya base económica se centra en el petróleo y gas también tiene los recursos naturales solares, viento e hídrico para transitar de manera responsable hacia las energías alternativas, menos contaminantes. En este rubro los gobiernos locales pueden y deben jugar un papel preponderante para impulsar e invertir en estas tecnologías energéticas más amigables con el medio ambiente.
Será también fundamental que el Gobierno del Estado y los municipios inviertan mas en plantas de tratamiento, potabilizadoras y sistemas de drenaje con el fin de reducir la contaminación de ríos, arroyos, lagunas y aguas costeras, y por otro lado garantizar el derecho constitucional al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible.
Otros rubros rezagados que requieren atención inmediata son reactivar la estrategia de educación ambiental y climática que hasta el 2018 se realizaba en Tabasco. El Gobierno del Estado y los municipios con la participación de la academia, integrantes de las organizaciones no gubernamentales, empresarios, colegios de profesionistas y productores deben implementar acciones educativas significativas para procurar mayor participación responsable de la ciudadanía como medida preventiva a los problemas ambientales que en buena medida tienen origen a la población en general. Necesitamos en Tabasco una ciudadanía con cambio de actitudes, comportamientos y conductas más amigables con el medio ambiente.
Son muchos los tópicos ambientales que se tienen olvidados en el territorio tabasqueño, pero con los enunciados en esta columna podrían empezar nuestras autoridades con la visión de la gobernanza o sea, que no se diseñen desde el escritorio y en lo oscurito, se requiere sentar en la mesa desde su diseño a todos los actores con experiencia y voluntad.
En lo personal, el 2023 es un año de oportunidad para evaluar avances y rezagos en el tema socioambiental, pero sobre todo actuar con hechos no con palabras en la atención y solución de los pendientes ambientales; les recuerdo que ya solo quedan dos años para cumplir con la tan mencionada transformación y dejar a un lado sus intereses personales y políticos. Las autoridades deben cumplir con sus responsabilidades y dejar a un lado simulaciones o buenos propósitos. Esta será la forma en la que lograrán que la ciudadanía tenga una mayor participación para que juntos logremos un Tabasco más justo, pacífico, democrático y sustentable.