/ sábado 10 de agosto de 2024

Democracia virtual / Alito continuará su liderazgo en el PRI

Democracia virtual / Alito continuará su liderazgo en el PRI

Este domingo 11 de agosto es seguro que el Consejo Político Nacional (CEN) del PRI votará mayoritariamente a favor de que Alejandro Moreno Cárdenas continúe al frente de ese instituto y consolide el proyecto de extinción de los dinosaurios que, durante décadas, llevaron al tricolor a la más vergonzosa derrota después de haber sido el partido hegemónico.

¿Por qué le darán el voto de confianza nuevamente a Alito? Sencillamente porque ha demostrado tamaños para enfrentar al régimen de Morena, aún con la persecución de la que ha sido objeto desde que se opuso a la reforma energética del presidente Andrés Manuel López Obrador y, ahora, a las modificaciones que pretenden aplicar a la Constitución, desde Palacio Nacional, para destruir al Poder Judicial y a todas las instituciones que estorben al gobierno de Morena.

Los dinosaurios que acabaron con el PRI quisieron detener la Asamblea Nacional, en su momento, para que no se modificaran los estatutos que ahora permiten la reelección hasta por dos períodos, sin embargo, fracasaron. Ahí demostraron que no los respalda ningún militante.

El revés que militantes del tricolor le aplicaron a ex dirigentes nacionales del Revolucionario Institucional y ex gobernadores de algunos estados, fue porque nada han hecho para recuperar los espacios perdidos.

Por el contrario, en vez de fomentar la unidad promueven constantemente la división y cada vez están más alejados de la militancia. Todos, en su mayoría, han saltado de un cargo legislativo a otro por la vía plurinominal y no por el voto mayoritario.

Su desarraigo se fundamenta en los malos gobiernos y en sus malas estrategias para dirigir a un partido que, en años anteriores, tenía el poder de la Presidencia de la República y la mayoría de las entidades federativas.

Todos ellos: Dulce María Sauri Riancho, Francisco Labastida Ochoa, Pedro Joaquín Codwell, Enrique Ochoa Reza, Aurelio Nuño, Manlio Fabio Beltrones y los expulsados por traidores Miguel Osorio Chong, Nuvia Mayorga, Claudia Ruiz Massieu, Jorge Carlos Ramírez Marín, Eruviel Ávila y Omar Fayad, entre otros, no han logrado bajar ni doblar a Alito Moreno, porque la militancia no se los ha permitido.

La calidad moral no les asiste y, como ejemplo, ahí está Francisco Labastida Ochoa, quien fue el peor candidato a la presidencia postulado por el PRI. Fue él quien perdió por primera vez el poder ante el panista Vicente Fox.

Otro ejemplo es el de Enrique Ochoa Reza, quien fue impuesto por el grupo Atlacomulco como presidente del CEN del tricolor, luego estuvo involucrado en escándalos de corrupción y, finalmente, perdió la Presidencia de la República con José Antonio Meade, quien solamente alcanzó un 16.4 por ciento de los votos emitidos por la ciudadanía.

Es decir, con Ochoa Reza el PRI volvió a perder el poder que ya había recuperado con Enrique Peña Nieto en 2012. ¿Con qué calidad moral puede criticar a Moreno Cárdenas?

Con todos los reveses que ha sufrido el Frente Amplio de Renovación Interna del PRI, seguramente pasará a ser el “espinazo reducido de la permanencia de los dinos” que buscaban seguir repartiéndose lo poco que queda de ese instituto político.

Además, esa clase jurásica lo único que pretende es acaparar las posiciones plurinominales y distribuir candidaturas entre familiares, amigos y compadres, como siempre, en temporada electoral. No tienen ningún otro objetivo. Para ellos, el cambio generacional no está en sus planes.

Por eso cuando se les acaban los espacios en el tricolor, lo primero que hacen es negociar con quien esté en turno en el poder, traicionando cínicamente a los militantes y a su partido que les ha dado todo durante muchos años.

Todos ellos están identificados con la mala fama que, a través de los años, se le creó al tricolor. Son sinónimo de corrupción, saqueo, impunidad, imposiciones, cinismo y mal gobierno.

Democracia virtual / Alito continuará su liderazgo en el PRI

Este domingo 11 de agosto es seguro que el Consejo Político Nacional (CEN) del PRI votará mayoritariamente a favor de que Alejandro Moreno Cárdenas continúe al frente de ese instituto y consolide el proyecto de extinción de los dinosaurios que, durante décadas, llevaron al tricolor a la más vergonzosa derrota después de haber sido el partido hegemónico.

¿Por qué le darán el voto de confianza nuevamente a Alito? Sencillamente porque ha demostrado tamaños para enfrentar al régimen de Morena, aún con la persecución de la que ha sido objeto desde que se opuso a la reforma energética del presidente Andrés Manuel López Obrador y, ahora, a las modificaciones que pretenden aplicar a la Constitución, desde Palacio Nacional, para destruir al Poder Judicial y a todas las instituciones que estorben al gobierno de Morena.

Los dinosaurios que acabaron con el PRI quisieron detener la Asamblea Nacional, en su momento, para que no se modificaran los estatutos que ahora permiten la reelección hasta por dos períodos, sin embargo, fracasaron. Ahí demostraron que no los respalda ningún militante.

El revés que militantes del tricolor le aplicaron a ex dirigentes nacionales del Revolucionario Institucional y ex gobernadores de algunos estados, fue porque nada han hecho para recuperar los espacios perdidos.

Por el contrario, en vez de fomentar la unidad promueven constantemente la división y cada vez están más alejados de la militancia. Todos, en su mayoría, han saltado de un cargo legislativo a otro por la vía plurinominal y no por el voto mayoritario.

Su desarraigo se fundamenta en los malos gobiernos y en sus malas estrategias para dirigir a un partido que, en años anteriores, tenía el poder de la Presidencia de la República y la mayoría de las entidades federativas.

Todos ellos: Dulce María Sauri Riancho, Francisco Labastida Ochoa, Pedro Joaquín Codwell, Enrique Ochoa Reza, Aurelio Nuño, Manlio Fabio Beltrones y los expulsados por traidores Miguel Osorio Chong, Nuvia Mayorga, Claudia Ruiz Massieu, Jorge Carlos Ramírez Marín, Eruviel Ávila y Omar Fayad, entre otros, no han logrado bajar ni doblar a Alito Moreno, porque la militancia no se los ha permitido.

La calidad moral no les asiste y, como ejemplo, ahí está Francisco Labastida Ochoa, quien fue el peor candidato a la presidencia postulado por el PRI. Fue él quien perdió por primera vez el poder ante el panista Vicente Fox.

Otro ejemplo es el de Enrique Ochoa Reza, quien fue impuesto por el grupo Atlacomulco como presidente del CEN del tricolor, luego estuvo involucrado en escándalos de corrupción y, finalmente, perdió la Presidencia de la República con José Antonio Meade, quien solamente alcanzó un 16.4 por ciento de los votos emitidos por la ciudadanía.

Es decir, con Ochoa Reza el PRI volvió a perder el poder que ya había recuperado con Enrique Peña Nieto en 2012. ¿Con qué calidad moral puede criticar a Moreno Cárdenas?

Con todos los reveses que ha sufrido el Frente Amplio de Renovación Interna del PRI, seguramente pasará a ser el “espinazo reducido de la permanencia de los dinos” que buscaban seguir repartiéndose lo poco que queda de ese instituto político.

Además, esa clase jurásica lo único que pretende es acaparar las posiciones plurinominales y distribuir candidaturas entre familiares, amigos y compadres, como siempre, en temporada electoral. No tienen ningún otro objetivo. Para ellos, el cambio generacional no está en sus planes.

Por eso cuando se les acaban los espacios en el tricolor, lo primero que hacen es negociar con quien esté en turno en el poder, traicionando cínicamente a los militantes y a su partido que les ha dado todo durante muchos años.

Todos ellos están identificados con la mala fama que, a través de los años, se le creó al tricolor. Son sinónimo de corrupción, saqueo, impunidad, imposiciones, cinismo y mal gobierno.