Andrés Llanos
La capital del estado ha sido nombrada por sus políticos como “La Esmeralda del Sureste” y catalogada como una ciudad “Energética”, lo que la tiene convertida en un destino caro para los visitantes.
Si bien, la ciudad es esplendorosa; tanto que Manuel Pérez Merino le dice en su canto “ Te vistió de fiesta la naturaleza” y Armando Manzanero se refiere a ella al son de “Mi novia Villahermosa”. Sin embargo, esto no impide ver la realidad social por la que atraviesa desde hace años.
Al recorrer el remodelado e iluminado Centro Histórico y las calles del primer cuadro de la ciudad; además de admirar la belleza de esa parte de la ciudad.
En los detalles es posible observar la basura acumulada, las casas y edificios abandonados, los negocios cerrados, la mendicidad, los malos olores, el ambulantaje e incluso la delincuencia.
Todo ello, adquiriere un halo de tolerancia y justificación, al pensar que todas las ciudades urbanas y turísticas tienen estos y hasta otros problemas más graves.
Tras salir del Centro y llegar a las colonias aledañas, también es posible experimentar todo tipo de emociones, pasar de la alegría a la tristeza, percibir un sentimiento de abandono por parte de las autoridades que han gobernado el municipio de Centro.
Transitar por las avenidas de la ciudad y disfrutar las zonas de gran belleza natural, llenas de árboles y flores, los ríos y las lagunas que nos recuerdan la maravilla de la naturaleza.
Pero también es posible encontrar calles con fugas de agua y baches, peligrosas alcantarillas sin tapa, banquetas destruidas y enmontadas, terrenos baldíos, basureros improvisados, casas y edificios abandonados de dónde surgen olores fétidos. Zonas donde se consume alcohol y droga en plena vía pública, mismas que constituyen un gran peligro para los peatones y dónde la policía tiene poca presencia.
En Villahermosa se involucran dos realidades, por una lado la apariencia del centro histórico y por el otro, la realidad cotidiana del habitante citadino de Villahermosa.
El punto es, que mientras en ciudades cercanas como Mérida en Yucatán y la propia capital de Campeche han experimentado un evidente crecimiento y desarrollo económico, social y turístico; en Villahermosa suman por lo menos 20 años de administraciones municipales extraviadas de su presente y que han asesinado el futuro de la ciudad. Es palpable el rezago en el día a día.
Han sido administraciones priístas, perredistas y morenistas.
Todavía, la administración pasada a cargo de Yolanda Osuna, estuvo plagada de distracciones por sus aspiraciones a la gubernatura, luego al Senado, situaciones que vistieron de incertidumbre el trabajo del ayuntamiento y consumieron buena parte del tiempo del trienio.
Al final, Yolanda Osuna buscó la reelección y ésta le fue conferida por la mayoría de votos del 2 de junio.
Por lo tanto, se espera que en este segundo periodo, la alcaldesa dedique su tiempo a cumplir las altísimas promesas de campaña y demuestre en los hechos, que el segundo piso de la transformación es una verdad de gobierno.
Pues no es válido ofrecer el oro y el moro en campaña y ya como gobierno, utilizar el argumento de la austeridad, para frenar los proyectos que le urgen tanto a Villahermosa, como a todo el municipio de Centro.
La presidenta municipal lo requiere, porque en el futuro tendrá que responder por 6 años de gobierno en el municipio de Centro, y a Villahermosa le urge una cirugía mayor que la transforme en una capital de progreso, donde sus habitantes y visitantes puedan disfrutar de la naturaleza, pero también de una ciudad de gran infraestructura, con uso de recursos renovables, energías limpias, servicios de calidad y un ambiente de seguridad.
Villahermosa se merece la armonía que genera el progreso de una ciudad “energética” donde se da el equilibrio del crecimiento económico con el cuidado del medio ambiente y el bienestar de los ciudadanos.
VISIÓN DE ÁGUILA
Lo dicho, en campaña la promesa fue que la democracia volvería a los ciudadanos para elegir a sus delegados de colonias, villas y rancherías.
La convocatoria del Ayuntamiento de Centro pretende utilizar la paridad de género para quitar del camino a ciudadanos y líderes sociales incómodos.
Así el ayuntamiento plantea la democracia acotada, donde el ciudadano elige, pero los candidatos los pone el gobierno. Algo así como lo que pretenden con la elección de jueces y magistrados.
Solo que deben tomar en cuenta que ese pueblo que llevan y traen para justificar sus arrebatos o simulaciones, se da cuenta de la trampa.
VISION DE BÚHO
El ADO, la terminal de camiones de primera, presenta una decadencia terrible en sus alrededores, por las noches es posible ver a personas durmiendo en la banqueta, en uno de los costados,la oscuridad alberga a personas ingiriendo alcohol y consumiendo drogas. El olor a orín y excremento es palpable, lo que hace apresurar el paso de quienes transitan por el lugar
VISIÓN DE LINCE
En Paraíso, el alcalde Alfonso Baca tiene un enorme paquete por resolver y hasta ahora le ha estado dando la vuelta.
Resulta que se sacó la rifa del tigre, pues le toca gobernar un municipio con más problemas de los que había antes de la refinería Olmeca.
El rezago de la infraestructura en las comunidades, la inestabilidad en el servicio de recolección de basura,el suministro intermitente de la energía eléctrica; así como las pésimas condiciones de las calles, las áreas deportivas y el ambulantaje entre otros, parecen problemas menores ante el fenómeno de la delincuencia desbordada y las consecuencias que se presentan por la actividad de la refinería (carreteras destruidas, calles inservibles, apagones,desempleo, daño al medio ambiente, a los cultivos y a la salud de la población).
Todo ello representa el caldo de cultivo para las protestas ciudadanas, tal como ocurrió a finales de la década de los 90s y dio origen a la industria de la reclamación.
Es tiempo que el presidente municipal se quite la camiseta del obradorismo, al igual que muchos de sus colaboradores, pues basta recordar que en su momento, Morena los rechazó.
Es necesario que
Alfonso Baca comience a gobernar bajo los principios de Movimiento Ciudadano y establezca las condiciones firmes de su administración. Entendiendo que al igual que a su antecesora del PRD, Ana Castellanos; el gobierno del estado no lo va a apoyar, por el contrario va a tratar de debilitarlo o “doblarlo”.
En la antesala ya espera la actual diputada federal, Beatriz Millán, su segunda oportunidad.
Así que el alcalde paraiseño, tiene que ponerse a trabajar, “agarrar el toro por los cuernos “ como se dice comúnmente, si es que no quiere quedar atrapado en la telaraña de Morena, lo que lo haría pasar a la historia municipal como una esperanza fallida o de plano otro alcalde ineficiente, tal como los ha venido teniendo este municipio costeño desde hace varios años.
EN TÉRMINOS LLANOS
Con el incremento del desempleo, producto de los despidos masivos ejecutados por el gobierno de Javier May, seguro es que Tabasco seguirá liderando el primer lugar que ha ocupado en ese rubro por varios años.
Está visto que este tipo de decisiones poco o nada abonan a la reducción del gasto presupuestal, porque los espacios no se cierran, sino que los ocupan miembros del partido o activos de la campaña.
La misma estrategia se usó en el gobierno de Andrés Granier y al paso del tiempo, la estructura burocrática siguió engordando.