MORENA desmanteló a la Corte, sometió a la CNDH y extinguió al INAI.

LA 4T DESMANTELÓ a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) se morenizó, ya no cumple a la ciudadanía, ya no existe tal como defensora de los derechos humanos.

LAS DEFICIENCIAS Y OMISIONES de la CNDH han sido en ámbitos sustantivos, como en la investigación de las quejas, la emisión de recomendaciones, la presentación de acciones de inconstitucionalidad, la comunicación social y la gobernanza interna del organismo.

LA CNDH DEJÓ DE SER UN CONTRAPESO, no interpuso acciones de inconstitucionalidad en temas de la militarización de la Guardia Nacional y evitó pronunciarse ante la eliminación de órganos autónomos constitucionales.

LAS COMISIONES ESTATALES DE DERECHOS HUMANOS también se han convertido en lo contrario para lo que fueron creadas. En Tabasco, la violencia se ha normalizado y en lo que va del año, llevamos registradas 48 víctimas de feminicidio. Es una cantidad sin precedentes y sin pronunciamiento de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.

LA 4T EXTINGUIÓ al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Desaparecieron siete órganos autónomos constitucionales: el INAI, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Comisión Nacional de Mejora Continua de la Educación (MEJORADU), la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional Hidrocarburos (CNH), cuyas funciones pasaron a dependencias del Gobierno Federal y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

VAMOS A ENFOCARNOS EN EL INAI. Este órgano ha sido fundamental para ejercer nuestro derecho a saber qué está pasando con nuestros impuestos y nuestros datos personales. Gracias a su trabajo, se destaparon escándalos de corrupción de gobiernos que, de otro modo, habrían quedado en el silencio.

El INAI DESTAPÓ LA CORRUPCIÓN de los gobiernos del PRI y el PAN. Gracias al INAI, los mexicanos pudimos conocer los escándalos de corrupción de la Estafa Maestra, la Casa Blanca, Odebrecht, Ayotzinapa y SEGALMEX en el periodo del gobierno de AMLO. ¿Es el poder enemigo de la transparencia?

¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS DE LA DESAPARICIÓN DEL INAI? Todas sus funciones pasaron a la Secretaría de la Función Pública (SFP). ¿Y qué significa eso? Que la SFP que es parte del gobierno y que debería ser supervisada, será la encargada de vigilar en materia de transparencia, por lo que entrada hay un conflicto de interés. No solo es inviable, la desaparición del INAI dejará un vacío insustituible en la protección de nuestros derechos de acceso a la información pública y protección de datos personales; ya no tenemos a alguien que defienda nuestros derechos de manera imparcial.

EN LOS ESTADOS, las facultades de los órganos locales de transparencia pasarían a la contraloría estatal —como el Instituto Tabasqueño de Transparencia y Acceso a la Información Pública (ITAIP)—, por lo que ya no existiría una instancia externa e independiente que, con una visión imparcial, determine la legalidad de la actuación de los sujetos obligados locales ante la inconformidad de las personas que soliciten información pública. Y no olvidemos a los trabajadores que serán despedidos.

¿Y NUESTROS DATOS PERSONALES? Pero la transparencia y la rendición de cuentas no es lo único que está en juego. A partir de 2025, se implementará una CURP biométrica. Esto significa que, al tramitarla, tendremos que dar información sensible como nuestras huellas dactilares, escaneo de iris y fotografía del rostro, que estará en posesión de la Secretaría de Gobernación (SEGOB). Sin el INAI, nuestros derechos sobre el uso de estos datos estarían en riesgo. Imaginen lo que podría pasar si esta información cae en manos equivocadas o hackers.

DÉCADAS DE SOMETIMIENTO AL PRI, cuyo poder descansaba en ocultar información, se diluyeron gracias a la transparencia y hoy quienes corean su extinción, desdeñan su contribución al empoderamiento de la ciudadanía. Su caída es desesperanzadora porque mataría a la democracia y la rendición de cuentas.

SIN EL INAI, los mexicanos perdimos una herramienta poderosa para exigir cuentas a quienes nos gobiernan. La transparencia y la protección de nuestros datos son esenciales para una sociedad justa y equitativa.

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